Información exclusiva de Infobae revela que la frontera entre la ciudad brasileña de Chuí, en el estado de Río Grande do Sul, y Chuy, del lado uruguayo, es el nuevo polvorín para actividades de lavado de dinero que también se utiliza para financiar a Hamás, la organización palestina considerada terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Israel, Canadá, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Taiwán, Japón y hasta la Organización de Estados Americanos. Esta frontera seca entre los dos países latinoamericanos, como se denomina por estar separada sólo por una carretera, alberga a la mayor y más antigua comunidad palestina de Brasil y ha sido objeto de importantes investigaciones a lo largo de los años, entre ellas la del grupo terrorista Al Qaeda y su brazo armado egipcio Jamaa al Islamiya. Fuentes de la investigación han revelado a Infobae que varios “doleiros” palestinos operan en esta frontera y que son utilizados para enviar dinero a Palestina. La sospecha es que pueda llegar también a Hamas. Los doleiros son cambistas que trasladan dinero ilegalmente de un país a otro sin ninguna declaración a las autoridades.
El pasado 23 de agosto, la operación Downtown lanzada por la Policía Civil de San Pablo destapó una importante red de blanqueo de dinero del principal grupo criminal brasileño Primer Comando de la Capital (PCC), que operaba con la ayuda de un empresario palestino originario de Chuí. Fuentes de la investigación revelaron a Infobae que el hombre, que vive en San Pablo, proviene de una familia palestina dueña de varios negocios en la frontera. Según la policía civil brasileña, el dinero que ganaba el PCC con la venta de drogas en Cracolandia, el barrio del centro de San Pablo donde se vende y consume crack, era lavado a través de un banco, varias casas de cambio y una serie de empresas en Brasil y Uruguay, entre ellas una offshore expuesta por los Panamá Papers: Farlow Development S.A. con sede en las Islas Vírgenes Británicas. La red ha sido bautizada como “el sistema bancario PCC” por la policía, que congeló 150 millones de reales (26 millones de dólares).
Entre las personas citadas en la investigación figura Jean Ricardo Galian, también conocido como “Jean Gordo”, acusado en el pasado de participar en el famoso robo de 160 millones de reales del Banco Central de Fortaleza en 2005, a la época equivalentes a unos 46 millones de dólares. Un total de 13 empresas estarían implicadas en la trama de blanqueo de dinero, entre ellas empresas pantalla propiedad de la familia de origen palestino de Chuí Khaled Mustafa, como la VWM de Aiman Khaled Mustafa, residente en San Pablo. Para la policía brasileña, VWM se benefició de 32 transacciones realizadas por otras empresas implicadas en el esquema, como Guardiões do Cambio que envió 2,3 millones de reales (410.000 dólares) a VWM y Suprema Gestão que envió 3,2 millones de reales (570.000 dólares). Según el registro mercantil del estado de San Pablo, Aiman Khaled Mustafa es propietario de dos empresas con el nombre VWM. Una VWM Treinamento Empresarial parece fue disuelta, mientras que VWM Soluçoes LTDA constituida en 2016 tiene como objeto social “agencia de viajes” y está radicada en San Pablo.
Muchas agencias de viajes en Brasil ofrecen también servicios de cambio de divisas. Hezbollah las utiliza para blanquear dinero y financiar sus actividades terroristas e históricamente se concentran en la Triple Frontera que incluye Brasil, Argentina y Paraguay. La frontera entre Chuí y Chuy, en cambio, tiene características muy diferentes a la Triple Frontera. Las casas de cambio sólo se encuentran en el lado uruguayo y se pueden contar con los dedos de una mano. No hay bancos pero esta frontera es un importante caldo de cultivo para las actividades ilícitas y la financiación del terrorismo. Fuentes de la investigación revelaron a Infobae que en el pasado varios ciudadanos palestinos de Chuí fueron detenidos en las afueras de la ciudad fronteriza con maletines llenos de dinero en efectivo.
En los años 60 llegaron aquí tantos palestinos que esta pequeña porción de tierra se convirtió en el segundo lugar de Brasil para reclutar a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) – cuando todavía era considerada internacionalmente una organización terrorista – a través del club árabe local y gracias a cursos de formación política y viajes para asistir a congresos. Una estrategia que dio resultado porque muchos se convirtieron en militantes. Hoy viven en total unas 14.000 personas en el lado uruguayo y más de 6.000 en el brasileño. Las principales actividades comerciales son los supermercados y las farmacias, en gran cantidad, así como los free shops que abundan debido a la estratégica situación fronteriza. En cuanto a los controles fiscales, según fuentes de la investigación, son pocos en comparación con las grandes cantidades de dinero que circulan por esta frontera.
Según una información exclusiva de Infobae, la operación policial brasileña denominada Shawarma en 2021 también involucró a un ciudadano brasileño e hijo de palestinos, Hisham Adell Ahmad Hossen Almasri. El joven, cuyos padres habían vuelto a vivir a Palestina, tenía una empresa de venta de ropa y era propietario de un estacionamiento en Chuí, en el lado brasileño. El hombre estaba implicado en una trama de blanqueo de capitales y evasión de divisas en la que también participaba un grupo criminal de Rio de Janeiro. La investigación había comenzado en 2017 por unas operaciones sospechosas, que movieron unos 230 millones de reales (41 millones de dólares) entre 2016 y 2020. En 2008, Hisham Adell Ahmad Hossen Almasri también se había presentado como candidato a concejal municipal por el partido DEM, ahora Demócratas.