Un documento titulado, “Las izquierdas le dicen al mundo: en Venezuela la gente sabe lo que pasó” pone en evidencia que el debate político de cara al “modelo de poder” que se instaló en Venezuela, no es un asunto de izquierdas o derechas.
El comunicado lo firman 213 venezolanos: activistas, profesores, líderes políticos, gremiales, sindicales, sociales, y las organizaciones Bandera Roja, en Común, Frente de Profesionales y Técnicos de AgroAragua, Izquierda Unida; Movimiento Democracia e Inclusión; Movimiento Por La Democracia (MPD), donde el problema dejó de ser ideológico para ser sensiblemente ciudadano. Ha llegado la hora de un verdadero frente de unidad de rescate republicano que trascienda a las etiquetas doctrinarias de liberalismo vs. socialismo; individualismo vs. colectivismo, y habría que agregar, militarismo vs. civilísimo.
Cuando el compromiso es rescatar la integridad democrática, la libertad y la república, la misma constitución [1999] hecha a la medida de Chávez, no hace diferencias frente a la tiranía. La igualdad social o el nacionalismo conservador, han sido demolidos por el miedo. Es tiempo que revolucionarios y conservadores, laicos y creyentes, empresarios y trabajadores, uniformados, maestros, profesionales, jóvenes y viejos, nos unamos en una sola causa por la defensa de la democracia, que es la defensa de la vida, la justicia, la paz y la libertad.
La máscara del socialismo
Reza el manifiesto: “El desconocimiento de la voluntad popular que se expresó de forma masiva y la prohibición-presuntamente “legal”-de publicar las actas de escrutinio, sumado a la no publicación de resultados desagregados, fue el primer paso. Tras esto, se ha establecido un régimen que no tiene otro calificativo: estamos oficialmente en dictadura. Y, a pesar de esto, la gente sabe lo que pasó”.
Se trata de actores representantes de todos los sectores de la vida nacional que han tenido en algún momento simpatía con el proyecto bolivariano y se identifican con un pensamiento genuinamente socialista. En otras palabras, la izquierda venezolana, respetuosa del debate, el diálogo y la pluralidad, también se siente defraudada y despojada. Y las corrientes socialistas o de izquierda europea, también se pronuncian con relación a lo que pasó en Venezuela. Borrell [desde el Parlamento Europeo], dice que es tarde para mostrar las actas, que Maduro no probó que ganó la zafra electoral por lo cual no lo reconocen como presidente electo. “Ya veremos de aquí al 10 de Enero, sí reconocemos a Edmundo Gonzalez como Presidente legítimo […] Maduro por lo pronto es un Presidente interino”.
Que el Presidente Gabriel Boric [Chile], hable de la sentencia del TSJ [Sala Electoral] y de la elección en términos de autoproclamación e infamia, no es un asunto de izquierda o derecha. “Chile no reconoce este falso triunfo autoproclamado de Maduro y compañía” […] El jefe de Estado chileno dijo que “hoy el TSJ de Venezuela termina de consolidar el fraude y el régimen de Maduro obviamente acoge con entusiasmo su sentencia que estará signada por la infamia”.
El expresidente uruguayo José Mujica dijo que no es “creíble” lo que pasó en Venezuela en las elecciones del este domingo y se desmarcó de un comunicado del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN) que felicitó a Nicolás Maduro por su victoria en un “acto eleccionario ejemplar, [es] la derrota del proyecto golpista de la derecha continental y del imperialismo norteamericano que se transforma en un hito de la indispensable integración de los pueblos de la Patria Grande”. Mujica-otrora fundador del MLN-dijo que no tiene “nada que ver” con ese comunicado. El presidente Luis Lacalle Pou fue uno de los primeros en condenar lo sucedido: “¡Así no!” escribió el presidente Uruguayo en su red social X. Y hasta los presidentes Lula y Petro se han visto distanciados de “la victoria de Maduro”, al exigir que se exhiban las actas. Ortega desde Nicaragua no tardó en insultar a Lula de “arrastrado”.
Subraya el documento “Las izquierdas le dicen al mundo”: “Bajo una máscara cada vez menos creíble de “socialismo”, ha sido secuestrado el Estado en su totalidad. Se quiere prohibir la disidencia frente al relato oficial, mientras se sigue instrumentalizando el sueño liberador. Pero para las izquierdas en general; para quienes abrazamos alguna vez el proyecto de Hugo Chávez; o para quienes sin apoyarlo nos asumimos revolucionarios y luchamos por una sociedad justa, la defensa de la democracia no es negociable”. Queda claro: el asunto no es si estás del lado izquierdo o derecho de la historia.
La más grande unidad, la unidad superior: la libertad
Los valores de Igualdad social, solidaridad, diversidad, pluralismo, secularismo, estado laico, internacionalismo, justicia social, estado de bienestar y ambientalismo (izquierda política) vs. los valores de nacionalismo, conservadurismo, autoridad, identidad nacional, orden jerárquico, militarismo, seguridad, propiedad, tradición y religión (derecha política) no están enfrentados en Venezuela. Un estado de Terror, un estado Cuartel, anómico, totalitario, perpetrador de crímenes contra la humanidad, está vacío de toda ideología. Es un Estado ausente de humanidad, amor y ciudadanía.
No un estado patriota o tercer estado vs. un estado aristócrata, noble u oligarca. En Venezuela se instaló la cultura del poder totalitario y celestino de impronta Cubana y Rusa. Un modelo de poder inédito, minado de odio y crueldad, que se extiende por toda América con un grito de resistencia que se desvanece por la diplomacia de corredores y plenarias. La Corte Penal Internacional gira la mirada mientras se cometen horrendos crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Menores de edad, líderes y activistas encarcelados y torturados en las narices de la izquierda o la derecha, frente a los ojos de la ley, la Carta de las NNUU, la Carta Interamericana Democrática y decenas de tratados de DDHH. Letra muerta que no son de derecha ni de izquierda. Es el orden público internacional inspirado en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, que queda de diadema.
Todos los caminos conducen a la justicia penal internacional, a la activación de las jurisdicciones universales en defensa de los DDHH, al impulso de la Corte penal Internacional. En eso están Chile, Canadá, Argentina y hasta EEUU aun no siendo [USA] parte del Estatuto de Roma. A lo interno la unidad superior. Sigue el comunicado in comento: “Ha llegado el momento de convocar la más grande unidad en torno a la vida común. Es algo que trasciende toda ideología. Todas las izquierdas y el progresismo, tanto las venezolanas como las del mundo, debemos unir esfuerzos con todos los sectores democráticos del país y todas las naciones que, bajo el respeto irrestricto a la soberanía y la autodeterminación, alcen firmemente su voz contra el atropello de los valores esenciales de la democracia en Venezuela. La mentira debe parar. El terrorismo de Estado debe parar”.
La verdad [y la ley] nos harán libre
“La vraie résistance de la droite, de la gauche radicale a été le ressort des nations, inspirées par les modernes mouvements sociaux.” [La verdadera resistencia a las derechas y las izquierdas radicales han sido el resorte de las naciones, inspiradas en los modernos movimientos sociales]: I.-La sociedad civil y movimientos ciudadanos organizados; ii.- Instituciones democráticas fuertes; iii.-Educación y cultura cívica; iv.- Partidos políticos moderados; v.- Liderazgo conciliador; vi.-Medios de comunicación responsables. El valor tutelado es la nación civilizada regida por el orden constitucional y las instituciones independientes. Las nociones de izquierda y derecha radical han protagonizado en años recientes una inconveniente polarización: El protestantismo conservador vs. El laborismo en Gran Bretaña; las comunidades minoritarias vs. Los valores WASP (White Anglo-Saxon Protestant) en EEUU; la justicia social, colectiva y laboral vs. El capitalismo y las fuerzas creativas del individuo emprendedor y productivo; ricos vs. pobres, populismo vs. neoliberalismo; proletarización vs. Liberalización.
En Venezuela hoy el socialismo vs. el liberalismo no es el debate. La tiranía trasciende la ideología. No es cuestión de derecha o izquierda la represión de niñas, niños, mujeres embarazadas, indígenas, discapacitados, ciudadanos inocentes. No es cuestión de izquierda o derecha el odio como herramienta de poder. No es cuestión de izquierda o derecha desconocer la soberanía popular. No es cuestión de izquierda o derecha “educar” el corazón para la maldad. No es ser de derecha o izquierda la razón para la injusticia o la autoridad para despreciar a las masas.
Bueno recordar las palabras de Eugenio María de Hostos, el ciudadano de América: “El amor se educa por el corazón, por la reflexión, por el ejemplo, por la noción de la realidad que da la vida por la noción de la verdad que da la ciencia, por la noción de la belleza que da el arte, por la noción de la virtud que da el conocimiento de lo justo…” Un pensamiento que va a la derecha y a la izquierda del corazón y la razón… Y quién quiera que padezca de la verdad y la justicia, ese será mi amigo.
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