Hace una semana, Daniel Sancho fue condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Tras solicitar cumplir la condena en Koh Samui, petición que le fue denegada por ser una cárcel que no alberga a condenados de más de 15 años de prisión, se decidió que fuera trasladado al centro penitenciario de Surat Thani, donde desde este jueves se ha incorporado al módulo de alta seguridad tras superar el periodo de cuarentena.
Por larazon.es
A partir de ahora podrá volver a recibir visitas y tener videollamadas. Silvia Bronchalo, la madre del chef español, ha sido la primera en visitarle. Bronchalo entró en la zona de la cárcel destinada a las visitas cerca de las 10 (a las 3 en España). La madre de Sancho se ha mantenido durante todo el proceso en un segundo plano, desde que hace meses Rodolfo Sancho asumiera por completo la defensa de Daniel. Bronchalo se ha mostrado nerviosa por la situación que su hijo está viviendo, pero siempre pidiendo recordar a Edwin Arrieta y pedía respeto a su familia tras esta “desgracia”.
Tras escuchar la sentencia que condenaba a su hijo, en el Tribunal de Koh Samui, Bronchalo respondió a los medios solo con una expresión a las preguntas de los periodistas: “Menos mal que no se escucha lo que pienso”.
La “colaboración beneficiosa” de Sancho en la investigación del asesinato de Arrieta ha sido determinante para que la condena se redujera de pena de muerte a cadena perpetua. Además el juez halló a Sancho culpable de los otros dos delitos de los que estaba acusado: el descuartizamiento de Arrieta, algunos de cuyos restos fueron hallados en varios lugares de Phangan, incluido el mar; y por la ocultación de documentación oficial.
La sentencia puede ser apelada ante dos tribunales en Tailandia, incluido el Supremo. La defensa ha asegurado que lo hará en los próximos días.