El pasado 28 de agosto, el doctor Jaime Incer Barquero llegó al aeropuerto de Miami junto con su esposa para tomar el vuelo que lo regresaría a Nicaragua, la tierra que ha estudiado más que cualquier otro nicaragüense en la historia.
Por Wilmar Iglesias | Infobae
Incer Barquero, biólogo, ecólogo y consumado científico ambientalista, tiene 90 años y 60 de ellos los ha dedicado a estudiar la naturaleza de Nicaragua. Recorrió el país de punta a punta y ha escrito numerosas obras de sus investigaciones.
Llegó al aeropuerto en silla de ruedas por las dolencias propias de la edad, y en el mostrador de la línea aérea le comunicaron que no podría volar a Nicaragua porque su ingreso está prohibido por las autoridades que gobiernan el país.
“No he sabido ni cómo reaccionar con la noticia de que le negaron el regreso a su país al Dr. Jaime Incer, el geógrafo, científico y estudioso más destacado que ha tenido Nicaragua. ¿Como explicar ese nivel de maltrato y crueldad contra un ciudadano ejemplar?”, expuso en X, poco después de conocerse la noticia, la escritora nicaragüense Gioconda Belli.
Jaime Incer Barquero nació en Boaco en 1934 y ha destacado como ecologista y naturalista nicaragüense. Es conocido por sus contribuciones a la conservación ambiental en Nicaragua.
A lo largo de su vida ha publicado varios libros sobre la naturaleza, la geografía y la biodiversidad de Nicaragua. Algunos de sus libros más notables son “Geografía Ilustrada de Nicaragua” (1967), “Aves de Nicaragua” (1990), “Árboles de Nicaragua” (1993), “Rutas Turísticas de Nicaragua” (1997), “Guía de Campo de los Reptiles de Nicaragua” (2000), “Bosques y Selvas de Nicaragua” (2004), y “Nicaragua, sus Ríos, Lagos y Volcanes” (2008), entre otros.
Sin embargo, el pasado 16 de agosto, y como parte de una barrida de empleados públicos, el régimen de Ortega confirmó la permanencia de solo 16 asesores presidenciales, de una lista de más de 30. Entre los confirmados ya no estaba el doctor Incer Barquero.
Como asesor presidencial, Incer Barquero no siempre dijo lo que sus jefes esperaban que dijera. De hecho, en reiteradas veces se quejó de lo poco que se le consultaba. Y, en muchas ocasiones, sus comentarios técnicos iban a contrapelo de la narrativa oficial.
A las 11:04 de la noche del 7 de septiembre de 2014 un poderoso estruendo sacudió a Managua. Rápidamente el régimen atribuyó el hecho a un supuesto meteorito que cayó esa noche en un campo militar, a pesar de que pocas horas después la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio), de Estados Unidos, señaló la imposibilidad de que la explosión hubiese sido causado por un meteorito, según su análisis.
A la mañana siguiente, el régimen de Nicaragua llevó al cráter de la explosión a medios de comunicación oficialistas junto al doctor Jaime Incer, para darle algún respaldo científico a su versión. Incer eludió la trampa asegurando que, aunque no se podía descartar que fuese un meteorito, había que realizar más estudios del suelo para confirmarlo.
El gobierno nunca presentó estudios sobre el cráter que quedó en la unidad militar, y nunca cambió su versión de que un meteorito había caído sobre Managua la noche del 7 de septiembre de 2014.
Luego, el régimen nombró a Incer Barquero como asesor ambiental de las obras del Gran Canal Oceánico que se pretendía construir en Nicaragua con el capital de un oscuro inversionista chino. El científico, al contrario de los que el gobierno esperaba, advirtió sobre los graves daños medioambientales que causaría la enorme zanja que debía pasar por el Lago de Nicaragua.
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