El 10 de septiembre de cada año se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una iniciativa de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Durante todo el mes, denominado “Septiembre amarillo”, profesionales de la salud mental, activistas y organizaciones se dedican a crear conciencia sobre este fenómeno que, para la OMS, representa “un problema de salud pública”.
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“Cambiar la narrativa sobre el suicidio” es el lema de este 2024, donde la OMS propone cambiar de una cultura de silencio y estigmatización a una de comprensión, apoyo y acción preventiva.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la tasa de suicidio en la región de las Américas ha aumentado 17% entre 2000 y 2019.
“Uno de los mayores obstáculos para la prevención del suicidio es el estigma asociado, que puede disuadir a las personas de buscar la atención necesaria. El suicidio a menudo se malinterpreta como un acto de debilidad, egoísmo o incluso como un delito”, afirmó el director de la OPS, el doctor Jarbas Barbosa. “Es urgente reemplazar esta narrativa dañina por una que promueva la comprensión, la sanación y la recuperación para todas aquellas personas que en su momento han sido afectadas y a aquellos que han perdido a seres queridos”, añadió.
En el caso de Venezuela, la psicóloga y activista para la prevención del suicidio, Anyiseth Sequera, indicó que según el Observatorio Venezolano de Violencia, se estima que en 2023 ocurrieron alrededor de 2.358 muertes por suicidio, lo que se traduce en una tasa aproximada de 8,2 decesos por cada 100.000 habitantes. El informe revela que estos resultados representan un incremento de 6,5% respecto a 2022, cuando se registraron alrededor de 2.173 muertes por suicidio, con una tasa de 7,7.
Para la especialista, la principal herramienta al momento de hacer prevención del suicidio, es hablar del tema desde la responsabilidad para que de esta forma se pueda ir cambiando el discurso estigmatizante que existe en la sociedad en torno al fenómeno.
“¿Cómo se puede hacer prevención si no se habla de esto? ¿Cómo se puede hacer prevención si se desconoce sobre esto? ¿Cómo las personas que conviven con la conducta suicida pueden hablar de esto si es un fenómeno tan estigmático? El estigma se rompe hablando, quitando este miedo en relación al fenómeno”, expresó la también licenciada en Comunicación Social.
Señales de alerta
La psicóloga explicó que existen señales verbales y no verbales que pueden indicar que una persona no desea seguir viviendo.
Detalló que entre las verbales, algunas personas expresan frases como “Me quiero morir” o “Siento que mi existencia no tiene valía”, mientras que entre las señales no verbales destaca el aislamiento social. Agregó que otro tipo de manifestaciones ocurre cuando el individuo decide ir regalando sus pertenencias. “Es como irse despidiendo de una manera sublime”, acotó.
Señaló que en ocasiones, las personas siguen manteniendo una sonrisa en el rostro, pero ya no disfrutan de las actividades que antes representaban un momento de placer. “Es un fenómeno que amerita una escucha activa y una observación”, añadió.
La especialista resaltó la importancia de estar alerta a todas las señales que podrían indicar que una persona tiene una conducta suicida. “Hay personas que dicen: ‘El que se va a suicidar no avisa’ o ‘Si lo va hacer realmente, no lo dice’. Todos esos son mitos que engloban al suicidio”, destacó.
Cuidar las palabras
La especialista apuntó que una vez que una persona le exprese a alguien de su entorno que ya no quiere vivir, la respuesta que se le debe dar tiene que estar orientada a hacerle sentir acompañado y sugerirle buscar asistencia psicológica y psiquiátrica.
“Hay que ser muy cuidadosos con las palabras que se suelen expresar. Es importante el saber estar y preguntar ‘¿Cómo puedo ayudarte?’. Se deben evitar las expresiones como ‘Bueno, termina de hacerlo de una vez’ (…) El llamado a las personas que están cercanas a los individuos que ven estos cambios cognitivos y conductuales, realmente una palabra de cariño, de aliento, incluso desde el silencio también se puede acompañar”, indicó.
Ayuda especializada
Consultada sobre cómo cuidar la salud mental cuando un individuo atraviesa situaciones donde impera el dolor emocional, las dificultades y la incertidumbre, la especialista sostuvo que es importante reconocer y validar todas las emociones, tanto las positivas como las negativas. “Si bien es cierto hay escenarios donde nos sobrepasan, es importante entender que la vulnerabilidad hay que transitarla”, dijo.
Sin embargo, puntualizó que si la persona siente que no puede gestionar sus emociones por sí misma, debe buscar acompañamiento psicológico profesional para transitar todos los escenarios.
“El llamado para la persona que convive con esta conducta, que tenga este tipo de pensamientos, que sienta que los escenarios lo están arropando, lo importante es que entienda que no está solo, que la vida no sería igual si no está, que es importante hablar y pedir ayuda”, enfatizó.
Agregó que para cuidar las emociones, es necesario aprender a identificarlas, así como también conocer qué cosas le resultan agradable al individuo y cuáles no, para que cuando sienta que algo no le gusta pueda tomar la decisión de “moverse” y cambiar su realidad. “Hay que ser honestos con nosotros mismos y entender que ningún dolor es para siempre”, sostuvo.
Sequera comentó que algunas de las instituciones que ofrecen ayuda psicológica gratuita en Venezuela son la Federación Venezolana de Psicólogos (IG @fpv_ve), Protección Civil, el programa “Una llamada, una vida” de SNC Pharma (@sncpharma), entre otras.
Estrategias para la prevención
Sequera señaló el suicidio es una alarma de salud pública que debe ser atendida, no solo por profesionales de la salud mental como psiquiatras y psicólogos, sino que también deben involucrarse los medios de comunicación social, sociólogos, educadores, economistas, entidades gubernamentales e instituciones privadas.
De acuerdo con una publicación del pasado 9 de septiembre de la OPS en su página web, existen estrategias basadas en la evidencia que son eficaces para prevenir el suicidio. Entre ellas se encuentran la reducción del acceso a los medios utilizados para el suicidio, abordar los factores contextuales que afectan a hombres y mujeres de manera diferente, desarrollar habilidades socioemocionales en adolescentes, y promover la detección temprana y el tratamiento oportuno. Además , indican que es crucial que los medios de comunicación informen de manera responsable.
“Implementar estas estrategias requiere medidas concretas y coordinadas, no solo por parte del sector salud, sino mediante enfoques multisectoriales que incluyan a todo el gobierno y la sociedad”, destacó el doctor Barbosa, director de la OPS.