Quién fabricó los beepers de Hezbollah que estallaron en Líbano y Siria

Quién fabricó los beepers de Hezbollah que estallaron en Líbano y Siria

Hsu Ching-kuang, presidente de Apollo Gold, habla sobre los productos de comunicación de la firma taiwanesa en Nueva Taipéi, Taiwán, el miércoles 18 de septiembre de 2024. (AP Foto/Johnson Lai)

 

La empresa taiwanesa Gold Apollo negó este miércoles haber fabricado los dispositivos ‘buscapersonas’ que se utilizaron en la explosión que provocó al menos nueve muertos y miles de heridos en el Líbano, y aseguró que la responsable de producirlos es una compañía denominada ‘BAC’.

La firma, con sede en la ciudad de Nuevo Taipéi, señaló en un comunicado que estableció una “autorización de marca privada a largo plazo y cooperación regional” con BAC, sin ofrecer más detalles sobre la ubicación exacta de esa compañía.





“Según el acuerdo, autorizamos a BAC a usar nuestra marca registrada para la venta de productos en regiones específicas, pero el diseño y la fabricación de los productos son manejados íntegramente por BAC”, indicó el comunicado de Gold Apollo.

Respecto al ‘buscapersonas’ AR-924 que habría sido empleado en las explosiones, la empresa taiwanesa aseguró que se trata de un modelo “producido y vendido” por BAC.

“Nosotros solo proporcionamos la autorización de la marca registrada y no estamos involucrados en el diseño ni en la fabricación de este producto. Siempre nos adherimos a las regulaciones pertinentes y mantenemos una cooperación transparente y conforme con nuestros socios”, concluyó el comunicado.

En declaraciones previas ante un grupo de periodistas, el presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, explicó que la empresa llevaba dos años colaborando con esta distribuidora, la cual estaría afincada en un país europeo.

“Los ‘buscapersonas’ involucrados en las explosiones llevaban menos de dos años en el mercado”, aseveró Hsu, agregando que impulsará una “demanda internacional” por este incidente, según declaraciones recogidas por el medio taiwanés CTI News.

Según fuentes anónimas citadas por el New York Times, Hizbulá encargó a Gold Apollo unos 3.000 ‘buscapersonas’ que fueron manipulados por Israel antes de llegar al Líbano.

Los explosivos fueron implantados junto a la batería de cada uno de los dispositivos con un mecanismo para poderlos detonar de forma remota.

El martes los dispositivos recibieron un mensaje que simulaba provenir de la cúpula de Hizbulá, pero que en realidad sirvió para hacer estallar los explosivos, dejando al menos nueve muertos y más de 2.800 heridos, según cifras del Ministerio de Salud libanés.

Los ‘buscapersonas’ estaban programados para emitir un pitido durante varios segundos antes de la explosión.

Tanto Hizbulá como el Ministerio de Exteriores libanés atribuyeron el incidente a un “ataque cibernético israelí, en el que han sido detonados un gran número de mensáfonos”, mientras que el Estado israelí todavía no se ha pronunciado al respecto. EFE