En poco más de un año, una pandilla callejera sudamericana antes desconocida se ha afianzado en la Gran Manzana, explotando la crisis migratoria para construir una empresa criminal violenta desde dentro de los muros de los refugios de la ciudad.
Por New York Post
Tren de Aragua, una banda de criminales criados en Venezuela, ahora aterroriza a Ciudad Gótica con capuchas armadas y conductores de ciclomotores, vende armas ilegales bajo las mismas narices de los guardias de seguridad de refugios privados y dirige redes de prostitución sórdidas en barrios repentinamente asediados por los migrantes merodeadores.
La pandilla, que también vende una mezcla letal de fentanilo llamada Tussi o “cocaína rosa”, ha crecido tan rápido que hasta ahora ha abrumado tanto a los neoyorquinos promedio como a la fuerza policial de élite de la ciudad.
“No todos los inmigrantes están aquí para cometer delitos, no todos los inmigrantes son miembros de pandillas”, dijo el jefe de detectives del Departamento de Policía de Nueva York, Joseph Kenny. “Pero estos tipos de la TDA se esconden muy bien a plena vista en la comunidad migrante.
“No buscamos detener al repartidor de comida, pero estos tipos llegan al extremo de usar ropa de Uber Eats y bolsas de entrega mientras están cometiendo sus delitos”, aseguró el jefe a The Post. “Cuando los arrestamos, están muy ansiosos por hablar sobre el delito que han cometido”.
“No están dispuestos a hablar sobre la TDA en sí”, agregó.
La pandilla, cuyo nombre significa en español “tren de Aragua” (un estado en el centro-norte de Venezuela), ahora dirige bandas de robos y atracos en toda la ciudad que han aterrorizado a los vecindarios.
En Jackson Heights, un tramo de Roosevelt Avenue conocido como el “Mercado de los Enamorados” se ha convertido en un testimonio de la fuerza y ??la influencia de TDA, con vendedores ambulantes que ofrecen artículos robados y un distrito de luz roja al aire libre donde prostitutas inmigrantes caminan por las calles día y noche.
Un burdel abierto las 24 horas allanado por la policía de Nueva York la semana pasada podría tener vínculos con la pandilla, afirmaron las fuentes.
Larga lista de víctimas
En una ola delictiva actual se han registrado casi dos docenas de robos llevados a cabo por inmigrantes armados con armas o cuchillos, y los delincuentes suelen tener entre 15 y 19 años, según dijeron fuentes policiales.
Los equipos se mueven en grupos de media docena o más, y atacan no sólo a minoristas sino también a neoyorquinos comunes: una víctima fue abordada por una pandilla de TDA y amenazada con un cuchillo, golpeada y robada en junio.
En julio, otra víctima estaba descansando cerca del área de juegos de Central Park cuando dos matones le robaron a la fuerza 80 dólares y le quitaron su teléfono, obligándolo a dar su contraseña antes de huir.
Y el mes pasado, una mujer que caminaba cerca del Rockefeller Center fue robada por otro migrante.
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