El papa Francisco, que regresó recientemente del viaje más largo de su pontificado en el sureste asiático y Oceanía, iniciará el jueves una visita de cuatro días a Luxemburgo y Bélgica dedicada en parte al escándalo de la pederastia dentro de la Iglesia.
Tras haber mostrado una sorprendente resistencia durante 12 días en cuatro países de Asia y Oceanía, el argentino Jorge Bergoglio, de 87 años, canceló sus audiencias el lunes debido a un “leve episodio gripal”, aunque su desplazamiento en Europa se mantiene, según el Vaticano.
Este 46º viaje al extranjero, con ocasión del 600º aniversario de la Universidad Católica de Lovaina, pondrá un foco especial en el doloroso expediente de los abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero en Bélgica, marcado por décadas de escándalos y ocultaciones.
Durante su visita, el papa se reunirá en privado con 15 víctimas de agresiones sexuales dentro de la Iglesia.
Este encuentro, “en total discreción”, estará organizado por la conferencia episcopal del país, donde la difusión de un impactante documental con testimonios de varias víctimas, que toparon con el silencio de la Iglesia católica, hizo resurgir el tema a finales de 2023.
“En el pasado hubo una cultura del secreto y del silencio en la Iglesia, por la que cada uno de estos dramas fue más duro de soportar”, declaró a mediados de septiembre el arzobispo Luc Terlinden, primado de Bélgica, para quien el encuentro podría ser “una etapa simbólica importante”.
En una carta abierta publicada por el diario Le Soir, algunas víctimas pidieron a Francisco que aludiese con contundencia al tema durante su visita, instándolo a hablar sobre la cuestión del celibato de los sacerdotes.
El pontífice, que prometió “tolerancia cero” con los abusos, también podría evocar el escándalo de las “adopciones forzadas”, niños que fueron quitados a sus madres en el siglo pasado con la complicidad de religiosas para su adopción.
El diario belga HLN estima que hasta 30.000 niños habrían sido separados de sus madres en Bélgica, entre 1945 y los años 1980, una cifra que la Iglesia católica no puede confirmar.
Misa multitudinaria
El viaje de Francisco comenzará con una visita de ocho horas a Luxemburgo, donde se espera que llegue el jueves a las 10H00 locales (08H00 GMT). Se reunirá con el gran duque y las autoridades, así como la comunidad católica en la Catedral de Nuestra Señora.
El jueves por la noche llegará a Bruselas para una visita de tres días durante la cual será recibido por el rey Felipe de Bélgica en el Castillo de Laeken, se reunirá con el primer ministro, las autoridades y el clero en la Basílica del Sagrado Corazón.
No se prevé por el momento ningún encuentro oficial con altos cargos de las instituciones europeas.
El papa visitará también varias universidades católicas del país.
El domingo por la mañana, el jesuita argentino presidirá una gran misa al aire libre en el estadio “Rey Balduino” de Bruselas, momento culminante de su visita donde se esperan 35.000 personas.
La última visita papal al país se remonta a 1995, cuando Juan Pablo II visitó Bruselas para la beatificación del padre Damián, misionero del siglo XIX, canonizado desde entonces.
Al igual que en otros lugares de Europa, el número de personas que se declaran católicas disminuye en Bélgica. Cerca del 65% de la población belga es cristiana, de los cuales el 58% son católicos, según cifras de la UC Louvain. AFP