Tres miembros de una familia adoptiva de Perris, California, se declararon culpables de múltiples cargos de abuso infantil, incluyendo casos que involucran a los hermanos de Turpin, conocidos por haber sobrevivido en condiciones inhumanas bajo la custodia de sus padres biológicos.
Por Infobae
El jueves 19 de septiembre, Marcelino Olguín, de 65 años, se declaró culpable de varios cargos ante el Tribunal Superior de Riverside. Según People, el hombre admitió cuatro cargos de actos lascivos contra un niño de entre 14 y 15 años, tres cargos de actos lascivos contra un niño menor de 14 años, un cargo de encarcelamiento falso y uno por herir a un niño. “Esto se hizo para darle un cierre a su familia”, dijo su abogado, Paul Grech, al periódico The Press-Enterprise. Marcelino se enfrentará a siete años de prisión estatal.
Rosa Olguín, de 60 años, y su hija Lennys Olguín, de 39 años, también se declararon culpables. Ambas mujeres admitieron tres cargos de crueldad infantil deliberada, un cargo de encarcelamiento falso y otro de intimidación de un testigo. Ambos enfrentan sentencias de cuatro años de libertad condicional y una sentencia suspendida de cuatro años. Rosa también se declaró culpable de hurto mayor.
Los padres biológicos de los hermanos, David y Louise Turpin, fueron condenados en 2019 a entre 25 años y cadena perpetua tras declararse culpables de 14 delitos graves, que incluían tortura, crueldad infantil y encarcelamiento falso. Durante años, la pareja mantuvo a sus hijos en condiciones inhumanas, privándolos de comida, higiene y cualquier contacto con el mundo exterior. Los niños eran encadenados a sus camas y a menudo golpeados por intentar comer o por cualquier infracción menor. Las sentencias de David y Louise Turpin fueron un primer paso hacia la justicia, pero el traslado de los hermanos a otro hogar abusivo bajo el cuidado de los Olguin puso en duda la efectividad de la protección ofrecida por el sistema.
Los Olguin fueron acusados en noviembre de 2021 después de que un investigador del sheriff del condado de Riverside escribiera una declaración jurada. El investigador señaló que los niños bajo su cuidado fueron obligados a comer su propio vómito, sentarse solos por horas y que se les decía que debían suicidarse. Dos demandas indican que seis de esos niños eran miembros de la familia Turpin. El investigador resaltó: “Inmediatamente después de ser ubicados, los acusados interrogaron bajo presión a los hermanos sobre su pasado traumático”.
A una niña de cinco años, quien puede ser un miembro de la familia Turpin, le administraban pastillas para dormir y la obligaban a permanecer de pie en un área pequeña marcada con cinta azul. “Un Olguin hacía sonar una campana, la rociaba con agua y le gritaba para que no se despertara”, mencionó el investigador.
Marcelino deberá registrarse como delincuente sexual en el estado de California, mientras que Rosa y Lennys enfrentarán 120 y 150 días, respectivamente, en el programa de libertad condicional del sheriff. “Los Olguins amenazaron con que los niños nunca verían a sus hermanos mayores si no cumplían con sus deseos”, subrayó Daily Mail.
Uno de los abogados de los hermanos Turpin, Elan Zektser, expresó: “Lo que les pasó en la casa de los Olguin en muchos sentidos fue peor que lo que les pasó en su propia casa”. Elena Zektser, abogada de varios de los hermanos, comentó: “A los Olguin se les permitió decirles una y otra vez que no eran nadie mientras los tocaban sexualmente, los torturaban de diferentes maneras“.