Un día común en la remota isla St. Paul, en Alaska (Estados Unidos), sobre el mar de Bering y con 350 habitantes, cambió repentinamente cuando un residente afirmó haber visto una rata cerca de su casa. Lo que podría ser un hecho ordinario en muchos lugares del mundo, en este lugar provocó una reacción inmediata.
Por Infobae
St. Paul, parte de las Islas Pribilof, es un santuario de vida silvestre y un refugio para aves marinas, por lo que un avistamiento de este tipo se convierte en una amenaza para la integridad del ecosistema de la isla. Por lo que revoluciona a todo el pueblo.
Las ratas, conocidas por invadir islas remotas al esconderse en barcos, pueden destruir las poblaciones de aves al alimentarse de huevos, polluelos e incluso de aves adultas. En respuesta al posible avistamiento en junio, los funcionarios de vida silvestre de la isla movilizaron rápidamente un operativo para confirmar la presencia del roedor, informó la agencia de noticias AP.
Colocaron trampas con mantequilla de maní, instalaron cámaras de seguimiento y rastrearon posibles huellas o excrementos alrededor del área. Sin embargo, hasta el momento, no se encontró ninguna evidencia de la existencia de ratas.
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