En la manzana L, vereda 11 de la urbanización Juan Pablo II de Barinas, la red de cloacas está tapada y las aguas servidas se derraman por los cachimbos, formando un ambiente contaminado, putrefacto, que amerita la atención de Hidroandes.
Corresponsalía lapatilla.com
Son al menos 20 familias las que se encuentran conviviendo con los malos olores y cuando sale de sus casas están obligados a saltar el charco de aguas hediondas que corren por este problema.
“Los adultos salimos y saltamos el agua, pero los niños no hacen eso normalmente, entonces son víctimas de este daño que existe con las cloacas, que a todos nos producen enfermedades”, relató un vecino.
El problema se observa frente a las viviendas del sector, pero en el interior de éstas, en baños y desagües, también pasan trabajo porque se les retornan esas aguas desechadas, aumentando la contaminación, malestar en las personas y desgastando la calidad de vida.