Un equipo de arqueólogos decidió abrir un sarcófago de 2.000 años en la ciudad de Giugliano, cerca de Nápoles, después de investigar inicialmente su interior con una microcámara.
Por: Clarín
Lo que descubrieron al acceder a la tumba fue sorprendente: una momia en excelente estado de conservación, algo que no esperaban.
Este hallazgo fue liderado por Simona Formola y su equipo, quienes se toparon con un cuerpo envuelto en un sudario, acompañado de enseres funerarios como frascos de ungüentos y herramientas de limpieza.
La conservación meticulosa del cuerpo y los objetos hallados alrededor sugieren que el sarcófago contenía a un miembro importante de una familia, posiblemente para quien fue construido originalmente el mausoleo.
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