El fiscal de la Dirección de Distrito Antimafia (DDA) Paolo Storari, encargado de la investigación a los ‘ultras’ del Inter y el Milan, acusados de colaboración con la mafia y negocios ilícitos, estará escoltado al menos seis meses por precaución, debido al nivel de peligro que conlleva la operación.
La delegación del gobierno de Milán consideró este lunes necesaria una escolta de nivel cuatro para Storari, formada por dos agentes armados y un coche que le garanticen seguridad necesaria para desarrollar su actividad laboral y personal sin sobresaltos.
Los episodios delictivos de hinchas radicales de Inter y Milan se han sucedido con mucha asiduidad en los últimos años: se encargaban de la reventa de entradas, del control del aparcamiento en los aledaños del estadio Giuseppe Meazza (San Siro) e imponían una ‘protección’ mensual (el ‘pizzo’ mafioso) a cambio de un pago a los vendedores ambulantes de camisetas y otras falsificaciones en las inmediaciones del estadio.
En la maxi operación del pasado 30 de septiembre, las autoridades italianas detuvieron a 19 personas, 16 de ellas en prisión preventiva y 3 bajo arresto domiciliario, incluidos los líderes de los grupos ultras de ambos equipos, acusados de “delitos de conspiración criminal, con el agravante del método mafioso, además de extorsión, lesiones y otros delitos graves”, tal y como señalaron la Policía de Estado y la Guardia de Finanzas en un comunicado conjunto.
Además, los detenidos pertenecientes a la ‘Curva Nord’, como se conocía al grupo de Inter de Milán, también fueron acusados de vínculos mafiosos con la ‘Ndrangheta calabresa, la organización criminal más poderosa del mundo.
La fiscal Sara Ombra, que también forma parte de la DDA y trabaja en la investigación en el ‘Caso Ultras’, está escoltada desde hace tiempo por otras investigaciones que implican a la mafia.
EFE