Este 9 de octubre, los ciudadanos conmemoran el aniversario 466 de la ciudad de Mérida. Para algunos no es una fecha de celebración con bombos y platillos, pero sí para sentirse orgullosos de haber nacido en una tierra bendecida por Dios.
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Ciertamente son innumerables los problemas que afectan a diario a la ciudad, donde las montañas muestran su mejor vestido en diferentes épocas del año.
Sin embargo, no se puede ser indiferente ante la realidad que afecta la calidad de vida de los merideños, que de una u otra forma, siguen apostando por el progreso de esta urbe y del estado.
Las fallas continuas en los servicios públicos se convirtieron en parte del día a día.
Deben lidiar con falta de agua potable, también las continuas fluctuaciones eléctricas o largos periodos sin el servicio.
El óptimo funcionamiento de las instituciones públicas es lo que claman los ciudadanos de a pie.
Mérida, cuna de ilustres personajes como don Tulio Febres Cordero y Mariano Picón Salas, que dejaron su legado sembrado entre las cinco águilas blancas.
El turismo, su principal actividad económica, ha sido golpeado también por situación política y social, pero mucha gente sigue apostando por la promoción de Mérida como el destino por excelencia de Venezuela. Es la puerta de entrada a la cordillera de los Andes que deslumbra con extraordinarios paisajes y la riqueza inigualable de su fauna y flora.