El Gobierno de Australia anunció una partida adicional de 95 millones de dólares australianos (64 millones de dólares estadounidenses) para luchar contra la gripe aviar en este país, que hasta ahora se ha visto libre del impacto de la cepa H5N1.
Por: EFE
La mayor parte de estos fondos se destinará a la protección de la agricultura australiana, incluyendo el reforzamiento de las medidas de bioseguridad, la adquisición de vacunas para proteger a algunas especies de aves en cautividad que están amenazadas, según un comunicado ministerial.
Este monto también servirá para reforzar la protección medioambiental y acelerar las acciones de protección de especies amenazadas y la biodiversidad prioritaria, así como para incrementar el número de vacunas contra la gripe pandémica en las reservas médicas, a pesar de que es raro que se produzcan infecciones humanas, entre otras medidas.
“Aunque Australia sigue libre de la gripe aviar altamente patógena H5N1, la terrible realidad de esta enfermedad es que -como el resto del mundo- no podremos evitar su llegada”, dijo la ministra australiana del Medio Ambiente, Tanya Plibersek, en el comunicado.
Las autoridades y organizaciones ecologistas de Australia temen que la H5N5 cause muertes masivas de especies silvestres en este país-continente que tiene una fauna única en el mundo, algunas en situación de vulnerabilidad o en peligro de extinción.
“Me preocupa especialmente el posible impacto en especies que ya están en peligro de extinción y que no están en condiciones de hacer frente a una mortalidad significativa”, acotó Plibersek, al aludir a una potencial entrada de esta cepa al país a través de las aves migratorias.
Por su lado, la ministra australiana de Agricultura, Julie Collins, subrayó que la H5N5 “representa una amenaza real y significativa para el sector agrícola australiano”, que ya se ha visto impactado por los brotes de otras variantes de la gripe aviar de alta patogenicidad detectados este año.
Collins se refería a la detección del brote de la cepa H7 en mayo pasado en granjas agrícolas del suroeste del país, que obligó desde entonces a las autoridades de Australia -que tiene una de las políticas de bioseguridad más férreas del mundo- a eliminar todas las aves de corral y huevos de esos lugares.
Desde 2020, una nueva evolución de la gripe aviar, la H5N1 2.3.4.4B, se ha expandido rápidamente a través de las aves migratorias en el continente americano y en otras partes del mundo, y cada vez se han documentado más casos en mamíferos, incluidas vacas y cabras en granjas de Estados Unidos.
Con información de EFE