Nicolás Maduro anunció en la noche del lunes la renovación de la cúpula militar, con dos cambios que afectan directamente a sus órganos represivos de Inteligencia, solo horas antes de que la Misión de Determinación de Hechos de Naciones Unidas publicara su demoledor informe. Los testimonios recogidos no sólo confirman el aumento de los “crímenes de lesa humanidad” cometidos antes, durante y después de las elecciones; también se constata la participación en primera línea de los organismos cuyos poderosos cabecillas militares fueron revelados de forma sorpresiva.
Por: El Mundo
El presidente pueblo, vestido de militar y con el puño en alto, notificó su decisión de situar al frente del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) al mayor general Alexis Rodríguez Cabello, primo de Diosdado Cabello, nuevo ministro de Interior. La policía política de Maduro también está encargada de gestionar las siniestras prisiones del Helicoide y de La Tumba, consideradas los peores centros de tortura del continente.
Rodríguez Cabello sustituye de esta forma al general Gustavo González López, a quien en los últimos meses se le había vinculado con uno de los magnates boliburgueses encarcelado por la trama de corrupción orquestada por el zar del petróleo, Tareck El Aissami.
El primo del ministro de Interior es uno de los militares politizados (también ha sido diputado) en alza dentro de la cúpula que ha atornillado a Maduro en el poder y que permanece fiel pese al megafraude en las elecciones presidenciales. Rodríguez Cabello permaneció durante meses al frente de la zona militar denominada Guayana Esequiba, con capital en la oriental Tumeremo, con la que se pretendía retar al gobierno de la vecina Guyana en el pleito por el territorio del Esequibo, millonario en petróleo, gas y minerales.
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