Las jornadas de reparación y refacción de escuelas por parte de las Brigadas Comunitarias para la Educación y la Salud (Bricomiles) no llegó al liceo bolivariano Ángel Noriega Pérez, ubicado en la ciudad de Pampatar, isla de Margarita.
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Los representantes denuncian que antes del inicio del nuevo año escolar ni siquiera un “cariñito” le hicieron a ese plantel para garantizar un ambiente más cónsono para los alumnos y todo el personal que allí labora.
Sin embargo, consideran que el principal problema es la falta de pupitres en los salones, donde escuchan clases casi 900 alumnos.
Aseguran que la situación es deplorable y que los estudiantes ven clases de pie o tirados en el piso.
“La directora revolucionaria lo que dice es que los representantes deben llevar los pupitres para sus hijos y uno se pregunta: ¿con qué vamos a comprarle un pupitre a nuestros hijos si apenas podemos enviarlos a clases?”, expresó una representante que pidió reservar su identidad.
Afirmaron que muchos estudiantes se están quejando por dolor de espalda, ya que ven hasta 5 horas de clases parados y, en el mejor de los casos, en unos banquitos incómodos.
Además, denuncian la falta de pizarrones y filtros para beber agua.
Las condiciones de las salas de baño tampoco son las mejores.
La comunidad estudiantil reclama a las autoridades de la Zona Educativa de Nueva Esparta, que garanticen las condiciones mínimas al alumnado y personal docente, administrativo y ambientalista, para que puedan desenvolverse en un entorno más amigable.