Unos 400 venezolanos aproximadamente cada mes cruzan el puente internacional Simón Bolívar con el fin de recibir asistencia médica, principalmente personas adultas con enfermedades crónicas, así como mujeres embarazadas quienes viven en Táchira, pero buscan ayuda en el corregimiento La Parada en el Norte de Santander, Colombia.
Por: Luz Dary Depablos | Corresponsalía lapatilla.com
El Centro de Atención La Parada, dependiente del Hospital Jorge Cristo Sahium (SJU) en Villa del Rosario, ubicado a unos dos kilómetros del puente internacional Simón Bolívar, se ha convertido en un refugio para aquellos que no encuentran los servicios necesarios en su país.
La enfermera María Fernanda Quijano, jefe del Instituto Prestador de Salud (IPS) en el ambulatorio de La Parada, indicó que la institución no requiere de cita previa para atender a la población migrante.
“Los venezolanos solo tienen que presentar su cédula de identidad. Incluso, hemos atendido a quienes tienen salvoconductos (indocumentados)”, explicó. Esta flexibilidad ha permitido que puedan ser atendidos un promedio de 18 a 20 pacientes diarios, donde el 90 % de la atención es exclusiva para venezolanos, aunque sea un centro de salud para colombianos.
Consultas en medicina general, psicología, odontología y nutrición, son las más buscadas. Los pacientes crónicos, incluyendo diabéticos e hipertensos, también son cada vez más comunes en las consultas.
La IPS ofrece atención integral a mujeres en estado de gestación, a quienes garantizan todas las pruebas paraclínicas, luego son remitidas al Hospital SJU donde se coordina todo lo relacionado con su parto o cesárea.
“Nosotros también apoyamos a los pacientes de riesgo cardiovascular, se les realiza (exámenes de) laboratorios, hemogramas, digamos como para mirar su riesgo cardiovascular y saber si requiere atención para medicina interna. De ser así, se remiten y se envían para medicina interna”, explicó la jefe de la IPS de la frontera.
Igualmente, señaló que “a partir de los 35 años, vemos un aumento en la asistencia”. Muchos de ellos son residentes de Venezuela, vienen de Rubio, de Mérida, de San Antonio, de Maracaibo y de otros lugares”.
Indicó que muchos de los ciudadanos que emigran de manera definitiva, antes de continuar su camino hacia otros destinos como México o Estados Unidos, piden ser evaluados.
La enfermera colombiana enfatizó que el personal médico de La Parada no discrimina según el diagnóstico. Expresó que al ambulatorio han acudido familias enteras, no solo que emigran a territorio colombiano o hacia terceros países, sino también familias que retornan para visitar a sus seres queridos en Venezuela.
La cooperación con organizaciones internacionales, como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha sido crucial para el funcionamiento de estos servicios. Según Quijano, “la OIM apoya la atención de adultos a partir de los 17 años, mientras que otras organizaciones se centran en las mujeres embarazadas”. Este respaldo permite que más personas accedan a servicios esenciales sin importar su situación migratoria.