Al menos 60 pacientes renales en Maracaibo, que son atendidos en la Unidad de Diálisis Unidialca, claman por que el Instituto Venezolano del Seguro Social (Ivss) voltee su mirada hacia su crítica situación y verifiquen el funcionamiento irregular del centro de salud.
Corresponsalía la patilla.com
Los pacientes denuncian que solo 10 de las 24 máquinas funcionan. Otra de la preocupación de los afectados es que las enfermeras que laboran allí tienen más de dos meses sin recibir su pago, alegando que se debe a un problema de la unidad, no del Seguro Social.
“Las enfermeras, como seres humanos, necesitan su pago por trabajar. Nos han dicho que si no resuelven, no van a venir más, eso sería fatal. Ellas son quienes operan las máquinas, y nosotros necesitamos dializarnos dos veces por semana. Ya bastante problemas tenemos con costear los gastos operativos de la sede”, dijo Javier Torrealba.
Yaneth Carrillo, una paciente del municipio Jesús Enrique Lossada, viaja dos veces por semana a Maracaibo para realizarse la diálisis. Desde hace 8 años recibe este tratamiento, y denuncia que desde 2022 el servicio ha decaído hasta en un 80 %.
Los enfermos, quienes en su mayoría no pueden trabajar, deben costear los gastos del camión cisterna de agua potable, oxígeno y gasoil para el funcionamiento de los aparatos en cada sesión.
“Ahora nos piden un camión y medio de agua por cada sesión. Debemos venir dos veces por semana, cada camión cuesta 35 dólares, más el gasoil (60 litros), más el oxígeno, a veces los bombillos y en ocasiones hasta los medicamentos debemos buscar. Es una situación muy dura, sumada a nuestro malestar y temor a morir. Vivimos con el alma en un hilo, cada día es un afán distinto”, dijo Carrillo.
Javier Torrealba, también paciente renal de 32 años, pidió a las autoridades de la unidad que se aboquen a resolver la carencia de insumos. Solicitó compasión y empatía con los afectados.
A una sola voz, pidieron a las autoridades del Ivss que investiguen a fondo lo que sucede en esta sede.
Jesús García, de 69 años, uno de los pacientes más críticos de la unidad, pidió de corazón y con desespero que se solucione el pago de las enfermeras. Informó que con los otros gastos pueden “hacer de tripas, corazón”, pero no pueden pagar los honorarios profesionales del personal médico.