La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, ubicada en el archipiélago noruego de Svalbard, es una infraestructura única en el mundo cuyo objetivo es preservar la biodiversidad agrícola del planeta.
Por: LaPatilla.com
Popularmente conocida como la “Bóveda del Fin del Mundo“, esta instalación se diseñó para proteger la diversidad genética de los cultivos ante cualquier desastre natural o conflicto que pueda amenazar la seguridad alimentaria global.
Situada a más de 130 metros de profundidad en una montaña de permafrost, la bóveda mantiene una temperatura constante de -18 °C, condiciones ideales para el almacenamiento de semillas a largo plazo.
Este aislamiento geográfico de la bóveda y su avanzada tecnología de refrigeración, permiten que las semillas permanezcan viables durante siglos, proporcionando un “plan B” en caso de que los bancos genéticos locales o nacionales se vean comprometidos.
Recientemente, la bóveda recibió un nuevo cargamento de semillas, sumando así variedades de cultivos esenciales como arroz, trigo, maíz y otras plantas alimenticias de importancia mundial. El depósito ya contaba con cerca de 1,3 millones de muestras de semillas de unas 7000 especies, enviadas desde todo el mundo. Antes de finalizar el año 2024, recibió alrededor de 30.000 nuevas.
Administrada por el gobierno de Noruega, en colaboración con el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos, la Bóveda del Fin del Mundo resguarda más de un millón de muestras de semillas de casi todos los países del mundo.
Cada nuevo envío, como el reciente cargamento, reafirma la importancia de esta bóveda como una herramienta esencial para la sostenibilidad de la agricultura global y el futuro de la seguridad alimentaria.