El nerviosismo y expectación reina este martes en los albergues migratorios en Tijuana, ciudad fronteriza con Estados Unidos y uno de los epicentros de la crisis migratoria, en la decisiva jornada electoral estadounidense ante la posibilidad de que se endurezca la política migratoria en Washington.
En el albergue Juventud 2000, en el centro de Tijuana, uno de los más antiguos de la ciudad, se alojan 150 migrantes de diferentes orígenes, tanto de países centroamericanos como Honduras o Guatemala, como desplazados internos de estados mexicanos como Guerrero, Chiapas o Michoacán, o de lugares más lejanos como Afganistán.
“´¿Qué vamos a hacer, Chema? ¿Cuándo cree que sabremos?´ Las comunidades de migrantes están, claro, preocupadas”, explicó a EFE José María García Lara, veterano director del albergue.
Lara, quien lleva más de tres décadas trabajando con migrantes, señaló que durante la noche pondrá la televisión para seguir la jornada electoral, aunque reconoció que casi todos están bien informados a través de sus celulares, al señalar con una sonrisa a los numerosos aparatos conectados permanentemente a la red en la entrada del albergue.
“Hay una incertidumbre muy fuerte, ansiedad. Trato de darles tranquilidad, pero no es fácil”, agregó.
Por ello, afirmó que intenta explicar a los migrantes cómo funciona el sistema político estadounidense y la importancia de esperar no sólo a ver quién resulta ganador de las elecciones presidenciales este martes, si el republicano Donald Trump o la demócrata Kamala Harris, si no también las mayorías en el Congreso que decidirán las prioridades legislativas.
No obstante, el temor por las promesas de mano dura y deportaciones masivas de Trump resuena entre los migrantes, así como la frustración por los prolongados tiempos de espera.
Es el caso de Javier, quien salió de Honduras y se encuentra en otro albergue de la ciudad, el Ágape Misión Mundial.
“Si él ganara (Trump), pues no sabemos qué pueda llegar a pasar, nosotros salimos de allá (Honduras) por culpa de los mareros (las bandas criminales), nosotros lo que queremos es apoyo, buscamos a través de la CBP-One (la aplicación electrónica impulsada por el presidente saliente, el demócrata Joe Biden, para solicitar cita con las autoridades migratorias estadounidenses)”, subrayó a EFE.
Trump ha intensificado su retórica xenófoba en esta carrera presidencial, estigmatizando a los migrantes que han llegado a EE.UU. por la frontera sur como criminales y prometiendo deportaciones masivas de las más de 11 millones de personas indocumentadas que viven en el país.
“Pero no sabemos quién va a ganar, solo Dios sabe y lo que nosotros queremos es llegar y luchar, porque en mi país no pudimos luchar para salir adelante y queremos ver si lo podemos lograr allá”, indicó.
La ciudad de Tijuana, en la frontera de México con California y con más de tres millones de habitantes, se ha convertido este año en el principal cruce irregular de migrantes hacia Estados Unidos, con un promedio de 1.250 diarios, lo que especialistas atribuyen a las crecientes restricciones en el también estado fronterizo de Texas. EFE