La Gran Aldea estrenó el documental “Todos lo saben“, en el que se revive la gesta ciudadana que permitió garantizar la victoria de Edmundo González Urrutia en las elecciones del 28 de julio.
Especial La Patilla
Con entrevistas a los líderes María Corina, Machado, Corina Yoris, Juan Pablo Guanipa, Adriana Pichardo y Mariela Magallanes; “Todos lo saben” hace un recuento del trabajo de la oposición y de los testigos para salvaguardar las actas que hoy son la prueba del triunfo opositor contra Nicolás Maduro. Pero lo más importante en este audiovisual de 32 minutos es el lado humano. Las historias de venezolanos humildes que hicieron todo para defender su voto.
En conversación con La Patilla, el director de La Gran Aldea, Alejandro Hernández, explicó que el documental busca reconocer “la valentía de ese pueblo que sin disparar un arma ni lanzar una piedra protagonizó la lucha ciudadana de nuestra historia reciente”.
– ¿Qué busca transmitir “Todos lo saben”?
– “Todos lo saben” cuenta a través de las voces de dos familias humildes venezolanas la disposición de la gente a derrotar la censura y la represión que caracterizó los días previos a la elección. Es también una muestra del hastío de la ciudadanía y de su firme deseo de cambio. Para mí lo más doloroso del documental es ver la grieta tan dura que causó el chavismo en la población con la migración forzada. Cómo las familias veían en esta elección una oportunidad para el reencuentro.
– A su juicio, ¿que es lo más importante que deja el documental?
– Sin duda, el documental te muestra cómo ya al régimen dejó de servirle el clientelismo, las amenazas, la extorsión con las bolsas de comida, porque te das cuenta que, cuando los testigos están leyendo los resultados en cada centro de votación, en los lugares más apartados Edmundo le ganó a Maduro por paliza. Pero lo más bonito de todo es ver a ese país celebrando en la noche frente a esos centros de votación porque había triunfado pacíficamente y luego esas mismas caras que antes celebraban empiezan a mostrar frustración cuando el presidente del CNE lee el resultado amañado y dando como ganador a Maduro.
– Me llama la atención que a pesar de todo lo que pasó después de la elección, las detenciones masivas y la represión, el documental cierre con mensajes esperanzadores ¿por qué?
– Porque el sentimiento de cambio de la sociedad venezolana está intacto. Claro que hay miedo, porque la represión del régimen fue brutal, probablemente, nunca antes vista en estos años, pero eso no ha hecho que la convicción y la necesidad de que haya un cambio político o de que se genere la salida de Maduro no haya cambiado. La represión no ha hecho que la gente modifique su convicción de que es necesaria la salida de Maduro, entonces, por eso el documental cierra con ese mensaje esperanzador porque es lo que la gente -puertas adentro- transmite y dice, y le dice a su familia, y le dice a sus hijos; que aquí hay que seguir. Siento que hay una confianza en el eslogan de María Corina Machado de que es hasta el final. La gente sabe que esto todavía no se ha acabado y que quedan varios pasos, además, el liderazgo encabezado por ella lo vive diciendo en todos los espacios: no sabemos cuántos días quedan, pero esto es el principio del final. Lo más importante es que la gente no ha perdido la fe, La gente ya sabe que no hay manera de vivir bien mientras siga Maduro en el poder, entonces, no se puede perder la fe o no se pueden perder las ganas de seguir luchando.
– Notamos que el documental no lleva créditos de quiénes lo produjeron ¿por qué?
– Porque sus realizadores, los productores y el equipo de camarógrafos están en Venezuela y les da miedo que, por haber hecho este trabajo, puedan ser perseguidos, puedan tener alguna retaliación del gobierno. Es el miedo la misma razón por la que personajes como María Corina Machado, por ejemplo, aparecen grabados desde una computadora, porque está en la clandestinidad al igual que los otros. Esas son manifestaciones del miedo, del terror. Hay un estado de terror en Venezuela.
– ¿Qué significa “Todos lo saben”?
– Es un guiño a esa frase que se ha hecho tan popular, porque hasta el último venezolano en el planeta sabe que Maduro perdió las elecciones por una paliza, que perdió 70 a 30. También, hasta el último venezolano sabe que el deseo de cambio es absolutamente mayoritario, porque la crisis en la que está el país no es tolerada por ningún sector de la sociedad.