Zimbabue ha sorprendido a los mercados al convertirse en los últimos años en un líder mundial en la exportación de arándanos, el nuevo “oro azul” del país sudafricano.
Las exportaciones hortícolas de Zimbabue, impulsadas en parte por el codiciado fruto, superan los 100 millones de dólares al año, pero el Gobierno espera alcanzar los 230 millones de dólares para 2030.
En 2023, unas 570 hectáreas de terreno estaban dedicadas al cultivo del arándanos, una superficie que el sector quiere ampliar a 1.500 hectáreas para 2030, según datos de Consejo de Desarrollo Hortícola (HDC, en sus siglas inglesas) de Zimbabue.
Caótica reforma agraria
Pese a la caótica y violenta reforma agraria de 2000, el cultivo de arándanos es ahora uno de los principales productos de exportación y una valiosa fuente de divisas del sector hortícola zimbabuense.
Las exportaciones hortofrutícolas se vieron interrumpidas cuando el entonces presidente, Robert Mugabe, comenzó ese año a confiscar granjas de propiedad blanca para reubicar a ciudadanos negros sin tierra.
A pesar del boom del sector, los bancos aún actúan con cautela al financiar la agricultura debido a la incierta tenencia de la tierra, lo que a aveces dificulta la expansión de los agricultores negros.
El cultivo de arándanos en Zimbabue está dominado actualmente por los pocos agricultores blancos que quedan en territorio zimbabuense.
Edwin Moyo, que se dedicaba a la agricultura antes de la reforma agraria en una empresa de riesgo compartido con un granjero blanco, se ha especializado en los arándanos.
Moyo cultiva 20 hectáreas del preciado fruto azulado en su granja de Marondera, en la provincia de Mashonaland East, a unos 70 kilómetros de la capital, Harare.
“Es bueno volver a dedicarme a la horticultura después de haberlo perdido todo en el caótico programa de 2000”, comenta este agricultor a EFE.
“Pero me está yendo bien de nuevo en el cultivo de arándanos y exporto principalmente a los mercados europeos, a los que había suministrado otros productos hortícolas antes de centrarme en los arándanos, que tienen una gran demanda”, subraya Moyo.
Las nuevas plantaciones de arándanos también las establecen inversores de la vecina Sudáfrica, que diversifican o incluso trasladan la producción a este país por el clima favorable, la disponibilidad de agua de alta calidad para riego y mano de obra barata.
Algunos arándanos de Zimbabue se exportan a Sudáfrica para su posterior reexportación.
El país también exporta directamente arándanos frescos al Reino Unido, la Unión Europea (UE) y países de Oriente Medio, así como a Rusia y China, entre otros.
Unas 5.500 toneladas de arándanos se exportaron el año pasado por un valor de 32 millones de dólares, según el HDC.
En 2024, los productores esperan exportar 8.000 toneladas por un valor de 100 millones de dólares.
La directora ejecutiva del Consejo de Desarrollo Hortícola, Linda Nielsen, declara a EFE que el sector necesita mucha inversión financiera para alcanzar sus objetivos.
“El acceso a financiación asequible para nuestros productores es fundamental si queremos cumplir nuestro objetivo de crecimiento nacional de 1.500 hectáreas para 2030”, remarca Nielsen.
“El sector del arándano -añade- necesita 240 millones de dólares para alcanzarlo y mantener su cuota de mercado. En los próximos 5-7 años, nuestro objetivo es alcanzar las 1.500 hectáreas y producir 30.000 toneladas como máximo”.
Tamaño y sabor únicos
Según Nielsen, los arándanos de Zimbabue aprovechan el crecimiento de la demanda mundial de alimentos saludables y el país disfruta de unas condiciones climáticas óptimas para su cultivo que dan un tamaño, sabor y textura únicos.
“Esto -concluye- satisface la demanda de los consumidores de gama alta en los mercados desarrollados. Nuestra ventana de cosecha nos da un acceso único al mercado por delante de otros competidores importantes”.
La cosecha de Zimbabue se realiza entre mayo y octubre, con acceso a los principales mercados.
Los primeros arándanos del país comenzaron a plantarse en 2008 y las primeras exportaciones del producto se efectuaron en 2012.
El director ejecutivo de la Autoridad de Desarrollo de Inversiones de Zimbabue, Tafadzwa Chinamo, cree que debe haber una seguridad de tenencia de la tierra que fomente la inversión agrícola, apoyada por las autoridades, para que el arándano tenga éxito.
También opina que se necesita inversión para el desarrollo de infraestructura de cobertizos de empaque y cámaras frigoríficas para los agricultores.
El director ejecutivo de la cadena de supermercados Ok, Max Karombo, asegura que el “oro azul” tiene amplia aceptación entre los consumidores zimbabuenses.
“El arándano -añade a EFE Karomo- también es popular entre nuestros clientes, ya que estamos recibiendo los suministros de los agricultores para vender en nuestras tiendas”. EFE