Un pequeño fragmento de roca encontrado en un campo en Gloucestershire en el Reino Unido puede no parecer mucho para el transeúnte casual, pero podría contener información vital sobre la formación del Sistema Solar y los orígenes de la vida misma.
Por: Clarín
Eso es porque no se formó aquí en la Tierra, sino que proviene de más allá de la órbita de Marte. Expulsado por interacciones gravitacionales o una colisión entre asteroides, el fragmento cayó a través de la inmensidad del espacio para terminar atravesando nuestra atmósfera para aterrizar en la Tierra como un meteorito, informa Science Alert.
Lo que ha llegado a conocerse como el meteorito Winchcombe puede, sin embargo, no ser un meteorito ordinario. Los científicos ahora están realizando análisis para determinar su composición, con la esperanza de aprender más sobre de dónde vino y cómo se formó.
“La estructura interna es frágil y suelta, porosa con fisuras y grietas”, dijo el microscopista Shaun Fowler de la Universidad de Loughborough en el Reino Unido.
“No parece haber sufrido un metamorfismo térmico, lo que significa que ha estado allí, más allá de Marte, intacto, desde antes de que se creara cualquiera de los planetas, lo que significa que tenemos la rara oportunidad de examinar una parte de nuestro pasado primordial”.
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