Un sacerdote católico de Brooklyn que hace un año fue sancionado por haber permitido a la cantante Sabrina Carpenter filmar un videoclip en su parroquia fue relevado ahora de todas sus responsabilidades pastorales como sospechoso de malversar 1,9 millones de dólares de fondos parroquiales.
Según un comunicado de la Diócesis de Brooklyn (Nueva York), el padre Jamie Gigantiello hizo presuntamente varias operaciones financieras sin autorización para prestar fondos parroquiales a entidades vinculadas a Frank Carone, que fue jefe de gabinete del alcalde de Nueva York, Eric Adams, investigado y acusado de corrupción.
Una investigación encargada por la diócesis a unos auditores tras la filmación del video descubrió que Gigantiello cometió “graves violaciones de la política diocesana entre 2019 y 2021″, según el comunicado.
Las actividades de Carone dieron lugar a una investigación federal del alcalde de Nueva York, en la que Gigantiello aparece mencionado y la diócesis interpelada por las relaciones del sacerdote con el exfuncionario.
Sabrina Carpenter, en medio de un concierto que dio en el Madison Square Garden de Nueva York en septiembre pasado, hizo mención a esa investigación.” ¿Deberíamos hablar de cómo conseguí que acusaran al alcalde o…?”, lo que provocó una ovación del público, según informaron entonces distintos medios de prensa.
De acuerdo con el medio Brooklyn Paper, parte del dinero prestado por Gigantiello fue devuelto con intereses del 9 %, pero las transacciones no fueron documentadas ni se especificó con que fin se usaron los fondos.
Gigantiello empezó a estar en la mira de la diócesis después de que en 2023 concediese el permiso para grabar el videoclip de Sabrina Carpenter en la iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación.
En algunos momentos del video se ve a la ex estrella de Disney Channel llegando a la iglesia en un coche fúnebre de color rosa y luego bailando frente al altar con un vestido de luto y un velo negro junto a una colorida variedad de ataúdes de hombres que, según el guión, se portaron mal con ella y a los que mató.
La diócesis dijo tras la publicación del video que estaba “horrorizada” y que no se habían seguido los procedimientos adecuados para filmar.
El sacerdote pidió perdón a sus feligreses, pero fue sancionado por la diócesis con la retirada de sus responsabilidades administrativas en 2023.
Además de por los préstamos a entidades vinculadas a Carone, Gigantiello es responsable, según la investigación ordenada por la diócesis, de hacer uso de la tarjeta de crédito de la parroquia para pagar gastos personales. EFE