En la última jornada del Grupo B del Sudamericano de Futsal Sub-20, el Polideportivo Villa El Salvador, en Lima, Perú, fue testigo de una batalla épica donde Venezuela se jugaba su pase a las semifinales. Con la necesidad de no solo ganar, sino golear, y esperar un tropiezo de Colombia ante Brasil, los criollos saltaron a la cancha con la convicción de obtener la clasificación.
Por: Luis Eduardo Martínez | lapatilla.com
Desde el pitido inicial, Venezuela desplegó un juego ofensivo, una tormenta de pases y jugadas que buscaban perforar la defensa uruguaya. Cada avance de los jugadores vinotinto hacía temblar los cimientos de la celeste. Los charrúas, conscientes de la situación, se plantaron como una muralla, resistiendo cada ataque con la intención de mantener el marcador a cero y así complicar las cuentas de los criollos.
Uruguay, con su astucia característica, intentó responder con rápidos contraataques, pero se encontró con una defensa venezolana que hoy estaba inspirada. Cristhian Bruzual, bajo palos, se erigió como un muro infranqueable.
El gol fue cuestión de tiempo. A los 8 minutos, Maikel Ortega recibiría un pase preciso frente al arco para luego vacunar al guardameta uruguayo con un movimiento casi imperceptible. El primer tanto fue una inyección de adrenalina para los venezolanos, que veían en ese gol no solo la ventaja en el marcador, sino la posibilidad de seguir creyendo.
El primer tiempo transcurrió con Venezuela dominando las acciones. La Vinotinto generó oportunidades, al menos cinco, que podrían haber aumentado la cuenta, pero la falta de precisión en el último toque mantuvo el marcador en 1-0. Los errores frente al arco se convirtieron en un obstáculo más que en un problema insuperable, porque la intención y el juego estaban ahí, palpables.
Sin más tiempo por añadir, el árbitro principal decretó el final de la primera mitad. Venezuela, con un resultado favorable pero insuficiente para sus objetivos, se retiró al vestuario con la convicción de que el segundo tiempo sería aún más crucial.
Una goleada para soñar
A los 4 minutos del segundo tiempo, la Vinotinto ampliaría el marcador con un espectacular golazo de José Ledezma quien recibiría un pase filtrado entre las piernas de un futbolista charrúa para fusilar al guardameta celeste.
El partido era de Venezuela y así lo hacía notar en el tabloncillo. Uruguay caía en el desespero mientras que los criollos, con mucha paciencia, hilvanaban cada ataque con sapiencia para tratar de causar daño.
A 7 minutos del final Venezuela vería los frutos de su buen despliegue. La Vinotinto aprovecharía un contragolpe para liquidar el partido con un sutil gol de Daniel Rodríguez.
La Vinotinto se cerraría en su área en los minutos finales para asegurar la ventaja de goles, resultado que le convendría en sus aspiraciones de avanzar hacia las semifinales. Sin embargo, los celestes dominaban la posesión del esférico, tratando de buscar espacios para desequilibrar y descontar en el marcador.
Los segundos finales transcurrieron con la misma tónica hasta que el principal decretó el final del compromiso. Con este resultado, Venezuela se ubica temporalmente en tercer lugar del Grupo B y deberá esperar una victoria de Brasil por 2 o más goles sobre Colombia para avanzar a las semifinales del Sudamericano.