El Tribunal Superior de Barranquilla condenó al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso y a otros 45 exintegrantes de un bloque de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el grupo paramilitar que comandaba, de más de 1.000 hechos delictivos ocurridos entre 1999 y 2004, entre ellos 568 homicidios, informó este miércoles la Fiscalía.
La Sala de Justicia y Paz, la instancia especial encargada de juzgar a los paramilitares desmovilizados de las AUC, decidió declarar a Mancuso, entonces comandante del Bloque Catatumbo, y a 45 exintegrantes de ese grupo armado por 1.323 hechos criminales cometidos entre mayo de 1999 y diciembre de 2004, en Norte de Santander, departamento fronterizo con Venezuela.
Entre estos hechos, hay 568 homicidios, incluidos las masacres de Villa del Rosario, Arboledas, Los Patios, El Tarra y Tibú, cometidas en esos años, y también 55 casos de desaparición forzada, la mayoría de población civil y personas protegidas, y de las que actualmente se sigue sin saber su paradero.
La mayoría de hechos por los que se les condena, no obstante, son por desplazamiento forzado.
“Para la Fiscalía, las diferentes estructuras armadas del Bloque Catatumbo, por directriz de los máximos cabecillas, adoptaron patrones de macrocriminalidad constitutivos de crímenes de guerra y de lesa humanidad, como masacres, homicidios selectivos, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, secuestros, amenazas y accesos carnales violentos”, informó el ente acusador en un comunicado.
Mancuso fue condenado a 480 meses de prisión, mientras que los demás sentenciados recibieron entre 240 y 480 meses de prisión, y todos deberán pagar multas y tendrán que reparar patrimonialmente los daños morales y materiales causados a las víctimas acreditadas en el proceso.
El exjefe paramilitar, quien está investigado en Colombia por más de 75.000 crímenes como líder de las AUC, el grupo al que más homicidios se le atribuyen durante el conflicto armado, llegó a Colombia el pasado 27 de febrero para rendir cuentas ante las salas de Justicia y Paz, tras ser deportado de Estados Unidos donde cumplió una condena de 15 años por narcotráfico.
Desde entonces Mancuso, nombrado gestor de paz por el presidente colombiano, Gustavo Petro, está en una cuestionada libertad provisional debido a la indecisión sobre cuál tipo de justicia debería juzgarlo como criminal de guerra.
EFE