El 28 de julio de 2024, día en el que se realizó la elección presidencial en Venezuela, fue el punto de inflexión que distorsionó el país en muchos aspectos, entre ellos el económico.
Por: Corresponsalía lapatilla.com
La tensión reinó en gran parte del territorio nacional por el tema de los resultados de los comicios, de tal manera que hubo días en los cuales el ambiente en las calles era como en los tiempos de la cuarentena por el Covid-19.
Y tal como en la época cruda de la pandemia, uno de los principales afectados fue el sector comercial. Por ejemplo, en Anzoátegui los voceros gremiales reconocen que hubo un bajón notable de la actividad económica desde finales de julio en adelante.
Coyuntura
Si bien es cierto que Venezuela lleva alrededor de una década con serios problemas económicos, en el último par de años se creó una especie de burbuja que generaba comentarios, tales como “en la calle hay dinero”. Esto pese a que el salario mínimo sigue en 130 bolívares desde principios de 2022.
Esa sensación perdió fuerza de a poco, meses antes de la elección presidencial, pero posterior a ese evento político, el bajón fue mucho más notorio, al punto de que ciudadanos de a pie consideran que “la burbuja se reventó”.
De hecho, la presidenta de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) en Anzoátegui, Monique Loffredo, indicó que en los últimos cuatro meses, el movimiento comercial en la entidad ha sido “de mucha prudencia”.
“Actualmente, el usuario evalúa con mucha atención en qué gastar. La mayor parte del consumo está dirigido hacia medicamentos y alimentos, pero sigue estando bajo”, comentó.
La gremialista señaló que una de las razones notorias de este escenario es que el salario sigue siendo bajo en algunos sectores.
Añadió que mientras no se mejore el poder adquisitivo de la población, el consumo continuará restringido, lo que a final de cuentas también perjudica al comerciante.
“Para ser una época cercana a la temporada navideña, el movimiento comercial está muy discreto. Sabemos que algunas de las empresas grandes ya han pagado los aguinaldos, pero esa es la situación que tenemos”, afirmó.
Fortalezas debilitadas
Ciudades como Barcelona, Puerto La Cruz y Lechería son conocidas por ser de las principales fortalezas económicas del estado Anzoátegui, sin mencionar a los municipios que tienen actividad petrolera.
Sin embargo, esas fortalezas se han visto debilitadas en los últimos meses, también por el contexto de incertidumbre postelectoral que arropa a todo el país.
Tanto es así, que el presidente de la Cámara de Comercio de Lechería, José Camino, aseguró que durante el segundo semestre de 2024 se registró un bajón de ventas evidente.
Vale recordar que esta ciudad tiene fama de ser una de las que más dinero mueve en el país, aunque expertos en el tema tienen claro que es un grupo minúsculo el que realmente tiene un poder adquisitivo importante.
Incluso, Camino indicó que el descenso en la actividad comercial ocasionó que cayeran las expectativas que había para el tramo final de este año por parte de los empresarios.
Reconoció que el gobierno estadal ha intentado mantener el movimiento con eventos como los Juegos Nacionales, pero el esfuerzo no ha sido suficiente.
Una situación similar ocurre en Barcelona, capital del estado Anzoátegui, donde casi todos los rubros -excepto alimentos y medicinas- viven horas bajas.
Wael Raad, presidente de la Cámara de Comerciantes e Industriales de la entidad, reiteró que este sector depende casi que exclusivamente del bolsillo del venezolano, el cual si no está bien, “pasan estas cosas”.
De igual forma no ocultó su preocupación en relación a que el panorama se mantenga igual, incluso en diciembre, pues muchos adquirieron compromisos para prepararse en temas de inventario y temen cerrar el año en negativo.
Expectativas
Los gremialistas coincidieron en que mantienen esperanzas de un posible cambio de panorama ya en el propio mes de diciembre, aunque reconocieron que un buen porcentaje de comerciantes se mantienen cautelosos.
Raad sugirió la posibilidad de que gran parte de los establecimientos ofrezcan facilidades de crédito para el ciudadano, bien sea a través de aplicaciones o mecanismos que crean les pueden funcionar para tratar de hacerle frente a la disminución de las ventas.
“Lo importante es que la gente sepa que se puede llevar el producto e irlo cancelando por partes, como ya ocurre en grandes tiendas. Eso ayudaría bastante”, expresó.
En consultas con comerciantes de Barcelona, estos admitieron lo positivo de los sistemas crediticios que están de moda.
No obstante, varios tuvieron opiniones similares en cuanto al riesgo que para ellos significa el hecho de tener “dinero en la calle” para enero de 2025.
Hay que recordar que el 10 de enero es la juramentación del presidente electo en los comicios del 28 de julio.
Además, el primer mes del año suele ser nulo para el comercio, por lo que la incertidumbre de los que hacen vida en este sector probablemente será doble.