El “eje de los valientes”, así calificaban Venezuela y Siria su relación marcada por una fuerte presencia de migrantes sirios-libaneses en el país vecino y afianzada con el estrechamiento de lazos entre Bashar Al- Assad y Hugo Chávez. Fórmula que se mantenía hasta hoy con Nicolás Maduro.
Por El Tiempo
De hecho, este año se reinauguró la ruta Caracas – Damasco, con un costo de pasaje de alrededor 1.600 dólares, pero ya no está disponible en el sitio web de la aerolínea Conviasa.
Esta conexión era una de las pocas que tenía Damasco y la única de América Latina con Siria, que en sí, servía de puente con Irán. En el vuelo inaugural, a finales de mayo de 2023, periodistas e influencers volaron desde Caracas a esa ciudad siria. “Solo vimos un poco de la ciudad, la verdad no salimos del hotel”, comentó uno de ellos a EL TIEMPO.
Justo hace una semana, el ministro de Pesca y Acuicultura de Venezuela, Juan Carlos Loyo, sostuvo una reunión con el embajador sirio en Caracas, Kenan Zaher Al Deen. El encuentro “permitió el intercambio de experiencia en las áreas productiva, económica y comercial, así como la aplicación de políticas efectivas para contrarrestar las duras consecuencias del bloqueo sobre los pueblos sirio y venezolano”, publicó el ministro en sus redes.
Pero esta relación ha sido cuestionada por sus matices oscuros, debido a que más que intereses económicos (que no se han visto los resultados) hay quienes piensan que ambos se beneficiaban teniendo a Irán como puente, enviándose armas y suministros entre sí.
Tanto así que por muchos años la oposición ha denunciado que en Venezuela hay milicias del Hezbolá, ahora debilitadas por las actuaciones de Israel.
Maduro tras el derrocamiento de Bashar Al Asad dijo ayer que “ahora salen los descocados del extremismo para pedir que en Venezuela también se arme una guerra”.
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