Cuando una figura histórica deja una huella imborrable, el tributo más grande que se le puede rendir es un monumento que perdure a lo largo del tiempo. Este es el propósito del proyecto que busca rendir homenaje a Isabel II, la monarca que ostentó el récord de mayor tiempo en el trono británico. A más de un año de su fallecimiento, el Reino Unido ya ha comenzado los preparativos para erigir un monumento nacional en su honor, que será ubicado en uno de los espacios más emblemáticos de Londres: St James’s Park, cerca del Palacio de Buckingham.
El proyecto, aclamado como uno de los homenajes más significativos en la historia moderna del país, se llevará a cabo con un presupuesto provisional que oscila entre £23 millones y £46 millones (aproximadamente entre 29 millones y 59 millones de dólares), como reporta BBC. Esta cifra será utilizada para cubrir los costos de construcción y otros gastos relacionados, con los fondos provenientes de las arcas públicas. Según el gobierno británico, esta cifra aún no es definitiva, ya que dependerá del diseño seleccionado en la fase final del proceso.
El concurso para realizar el diseño:
Para hacer realidad este tributo, el gobierno británico ha convocado a una competencia internacional que invita a los mejores artistas, arquitectos e ingenieros a presentar sus ideas para el monumento. El comité encargado de la selección del diseño, presidido por Lord Janvrin, exsecretario privado de Isabel II, explicó que están buscando un diseño que sea “hermoso, inclusivo y sostenible”, que logre capturar la esencia del legado de la difunta reina.
La competencia será de dos etapas. Primero, los equipos interesados deberán presentar una expresión de interés, detallando sus capacidades y experiencia, con la fecha límite para enviar estas propuestas establecida para el 20 de enero de 2025. En la segunda etapa, los cinco equipos preseleccionados recibirán 50,000 libras (unos 63.000 dólares) para desarrollar sus diseños, los que serán evaluados según criterios como la relación calidad-precio y su capacidad para integrarse al entorno único de St James’s Park.
El monumento a Isabel II incluirá elementos que permiten una interacción profunda con el legado de la monarca. Según el paquete de información oficial, el proyecto se concibe como un “lugar emocionalmente poderoso”, que ofrecerá un espacio para la celebración y tendrá áreas destinadas a la reflexión. Un elemento central del diseño será la representación figurativa de Isabel II, una estatua que se ubicará cerca de la entrada de Marlborough Gate, en St James’s Park. Este acto de plasmar la imagen de la reina es visto como un recordatorio tangible de su extraordinaria contribución a la vida nacional del Reino Unido.
Además de la estatua, el proyecto incluirá la reemplazo del Puente Azul, un puente peatonal que cruza el lago del parque. Esta infraestructura es clave, ya que conecta diversas áreas de St James’s Park y ofrece vistas icónicas, tanto al Palacio de Buckingham como a lugares emblemáticos como el Big Ben y el London Eye. La decisión de reemplazarlo como parte del monumento refleja el interés por preservar y embellecer aún más el entorno que rodea al nuevo homenaje.
Aunque la idea de un monumento a Isabel II ha sido ampliamente aceptada por gran parte del público, no han faltado las críticas, especialmente de aquellos que cuestionan el uso de fondos públicos para financiar el proyecto. El grupo Republic, que aboga por un sistema republicano en el Reino Unido, ha expresado su oposición, considerando que este gasto es un “desperdicio espantoso de dinero” en un contexto de pobreza creciente en el país. Su director ejecutivo, Graham Smith, ha manifestado a Pa Media que “el Reino Unido sigue sufriendo niveles atroces de pobreza” mientras se destina dinero a la monarquía, lo que incluye el costo de este monumento. Para los miembros de este grupo, este tipo de proyectos deben ser financiados por la familia real, no por los contribuyentes.