Una triste Navidad: explosión en Muscar deja a millones de venezolanos sin gas

Una triste Navidad: explosión en Muscar deja a millones de venezolanos sin gas

 

La explosión en el Complejo Gasífero de Muscar, resultado de años de desinversión y falta de mantenimiento, ha dejado al descubierto la fragilidad del sistema energético venezolano. La planta, que alguna vez fue un referente en la industria petrolera, ahora opera a una fracción de su capacidad, provocando un impacto negativo en la producción de gas doméstico, la generación eléctrica y la industria petroquímica. Las consecuencias de este desastre se sentirán por mucho tiempo.

Por Corresponsalía lapatilla.com

Expertos en materia petrolera relataron a lapatilla.com que antes del accidente del pasado 11 de noviembre en la Planta de Compresión de Gas, producía hasta 80 % del Gas Licuado de Petróleo (GLP) que necesita el país; luego del siniestro la producción ha caído en 50 %. Las consecuencias se han visto en casi toda Venezuela, donde las familias ahora sufren por conseguir una bombona de gas doméstico.

“En condiciones normales, con el gas que suministra Muscar se puede producir el 80 % del GLP que se entrega en el país. En el entendido que este volumen, en contextos normales, solo está cubriendo el 60 % de lo que se podría consumir (demanda). Antes del incidente, el complejo procesaba aproximadamente 850 millones de pies cúbicos diarios de gas (MMpcd), representando el 65 % del suministro nacional. Este gas era utilizado para gas doméstico (GLP), generación eléctrica y suministro petroquímico”, explica la fuente que por razones de seguridad pidió mantener su nombre en reserva.

Cortesía

 

Los especialistas en la materia agregan que, según los datos que manejan, Muscar está produciendo después del accidente, “unos 600 MMpcd versus 1.200 MMpcd (de gas asociado al petróleo) que estaría generando antes del accidente. De eso, no tenemos cómo confirmarlo porque no hay información oficial confiable. Igual estimamos que la producción de gas GLP (que se usa en bombonas y tuberías de gas directo) estaría en el orden de unos 12 MMpcd versus los 27 MMpcd, que estarían suministrando antes del accidente”.

Al ser consultado acerca de qué informaciones sobre el estatus actual del Complejo de Gas, manifestó que la explosión en Muscar ha tenido un impacto severo en la industria energética del país. Este incidente fue clasificado como calamitoso, debido a los daños significativos en la infraestructura, incluyendo gasoductos y sistemas de compresión, esenciales para el transporte y distribución del gas natural.

Según información extraoficial, actualmente la planta está operativa en niveles mínimos y se estima que la recuperación completa de la producción podría extenderse hasta el primer trimestre de 2025, dependiendo de las inversiones, reparaciones necesarias y una gerencia eficiente.

Navidad a leña

Para el experto en materia energética en términos de inversión para la recuperación de la planta, aunque no se ha publicado una cifra oficial, considerando la magnitud de los daños y los costos históricos de reparación en la industria gasífera, podría requerirse una inversión de cientos de millones de dólares. Esto incluiría la reconstrucción de la infraestructura clave como gasoductos, plantas de compresión, sistemas electrónicos e instrumentación.

El incidente no solo subraya la urgencia de realizar mejoras en el mantenimiento y la gestión de estas instalaciones, sino que también refleja las dificultades estructurales que enfrenta la industria energética venezolana. Y todo ello tiene implicaciones directas en el bienestar de la población venezolana.

Aunque el régimen de Nicolás Maduro a través de sus voceros ha afirmado que el complejo ha sido recuperado en un 80 %, la realidad es otra: desde que ocurrió el accidente comenzó el calvario para millones de familias en Venezuela. Conseguir una bombona de gas se ha vuelto una odisea, y la pesadilla de una Navidad sin este servicio ha despertado la angustia en muchas personas, pues sería la primera vez que, en plena época decembrina, las familias tengan que cocinar en improvisados fogones.

La escasez de gas en varios estados del país ha encendido la mecha de los “bachaqueros”, que venden los cilindros a precios exorbitantes. Tal es el caso de la población de El Callao, donde una bombona de gas de 10 kilos se consigue en el mercado negro en unos 160 dólares, precio que obviamente se incrementa según la capacidad de la bombona.

En Caripe, al norte del estado Monagas, el servicio de gas presenta fuertes retrasos en su distribución, por lo que algunas familias han tenido que preparar sus alimentos a leña y en otros casos comprar a revendedores un cilindro de 10 kilos hasta en 15 dólares y el cilindro de 18 kilos en 25 dólares.

Venezolanos pasando roncha

En estados llaneros como Guárico, la distribución de gas doméstico ha disminuido drásticamente, ya que de 28 gandolas que recibían normalmente, luego de la explosión en Muscar, apenas llegan seis camiones a la semana. Muchas personas duermen en las afueras de la planta de llenado formando kilométricas colas con la esperanza de recargar sus cilindros.

En el estado Nueva Esparta, uno de los más afectados tras el accidente en el complejo gasífero, no solo por la crisis eléctrica que duró cerca de dos semanas, sino también por la escasez de gas, afectando a las familias neoespartanas y también las labores en panaderías y restaurantes.

En la región insular, algunos negocios cerrado o reducido considerablemente la producción de alimentos para rendir el gas. En el caso de particulares, no todos pueden improvisar un fogón, pues viven en apartamentos, por lo que la otra alternativa son las cocinas eléctricas.

“Ya comencé a hacer el arroz en la arrocera para ahorrar gas y poder hacer las hallacas de diciembre”, indicó Marianella Suárez, residente de Porlamar, al ser consultada acerca de cómo ha hecho para sortear la falta de gas.

Al occidente del país, específicamente en el estado Lara, la leña o las hornillas eléctricas han sido la opción para los ciudadanos paliar la falta de gas. Sin embargo, en el caso de los artefactos electrodomésticos, quedan prácticamente sin uso debido a los prolongados racionamientos de electricidad. Mientras tanto, en el mercado negro la venta de gas oscila entre los 20 y 100 dólares, según el peso de la bombona.

Los procesos productivos y la prestación de servicios también afectan a comerciantes en Carabobo, según el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Ernesto Abbas, pues no solo son los cortes eléctricos y la falta de gasoil, sino las fallas en la distribución de gas. En este sentido, expresó la preocupación de los comerciantes que tienen restaurantes o expendios de comida ante la dificultad de conseguir gas doméstico y poder atender al consumidor.

 

Bombonas desaparecidas

En Anzoátegui, a pesar de tener en Anaco el llamado “corazón gasífero de Venezuela”, los ciudadanos pasan calamidades para comprar una bombona de gas, razón por la que en algunos comercios de electrodomésticos, las ventas de productos como arroceras, ollas multifuncionales, freidoras de aire, cocinas y sartenes eléctricos, se han incrementado en las últimas semanas. Incluso, el inventario se ha agotado en el caso de las cocinas, ya sean pequeñas o completas.

La situación es tan angustiante para los venezolanos que muchos han protestado a las afueras de las plantas de llenado, tal como ocurrió en el estado Falcón, donde un grupo de personas manifestaron en la sede de Gasfalca, debido a los retrasos en la atención de los usuarios.

“Vine ayer y nos mandaron a venir hoy, y tampoco. Están monopolizando el servicio y debe haber gerencia, haber distribución para los que estamos en cola o, por lo menos, explicar y aplicar un cronograma”, señaló Néstor Betancourt, quien a pesar de haber acudido a la planta de llenado dos veces, no logró su objetivo.

En otras regiones del país han ocurrido situaciones insólitas como la pérdida de bombonas. Así sucedió en Barinas, donde aparecieron varios grafitis en los que se podía leer “Keysi responde por las 32 mil bombonas, ladrones”. Esto luego de que el chavismo recogiera los cilindros para supuestamente recargarlos, pero no los devolvieron.

La explosión en Muscar ha puesto al descubierto la fragilidad del sistema energético venezolano y la incapacidad del Gobierno para garantizar el bienestar de la población. La escasez de gas es solo un síntoma más de una crisis más profunda, marcada por la corrupción, la desinversión y la falta de planificación. Mientras el régimen de Nicolás Maduro siga priorizando sus intereses políticos por encima de las necesidades de los venezolanos, la situación seguirá empeorando.

Desde las zonas rurales hasta las grandes ciudades, la escasez de gas se ha convertido en un problema nacional que exige una solución urgente.

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