Socorristas franceses continúan la búsqueda de sobrevivientes y cuentan muertos en Mayotte tras paso de potente ciclón

Socorristas franceses continúan la búsqueda de sobrevivientes y cuentan muertos en Mayotte tras paso de potente ciclón

Foto proporcionada el lunes 16 de diciembre de 2024 por la Seguridad Civil, muestra a residentes y rescatistas en una calle dañada en el territorio francés de Mayotte, en el océano Índico.

 

Francia envió rescatistas y suministros a Mayotte, después de que su pequeño territorio insular fue azotado por el peor ciclón en casi un siglo. Las autoridades temen que cientos, y hasta posiblemente miles, de personas hayan muerto.

Por VOA Noticias





Equipos de emergencia buscaban supervivientes el lunes y trataban de restablecer los servicios en Mayotte, el territorio de ultramar más pobre de Francia, donde se teme que cientos o incluso miles de personas hayan muerto por el ciclón más potente que ha azotado la isla del océano Índico en casi un siglo.

En todo el territorio, cientos de casas improvisadas quedaron destrozadas y esparcidas, según imágenes de la prensa local y la gendarmería francesa. Un residente comparó la escena con un apocalipsis nuclear.

El ciclón Chido azotó la isla con vientos de más de 200 kilómetros por hora destruyendo casas y dejando al territorio sin comunicaciones, electricidad ni agua potable.

El ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, declaró que se tardarían días en determinar el alcance total de los daños y las muertes, y subrayó que temía que el número de víctimas fuera “demasiado elevado”.

“No podría (…) dar cifras, al menos por el momento. Está claro que la isla está totalmente devastada”, dijo Retailleau en una rueda de prensa.

En tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que declarará un período de luto nacional y que viajará allí en los próximos días.

Los sobrevivientes deambulaban el lunes por calles llenas de escombros, buscando agua y refugio en Mayotte, el territorio más pobre de Francia y, por extensión, de la Unión Europea.

“Caos” es como el residente Fahar Abdoulhamidi describió las secuelas. En Mamoudzou, la capital, la destrucción fue total: escuelas, hospitales, restaurantes y oficinas quedaron en ruinas.

Las aldeas en las colinas se redujeron a árboles partidos y montones de metal corrugado por vientos de más de 220 km/h (136 mph), según el servicio meteorológico francés.

Solamente hay electricidad en capital; el resto del archipiélago no tiene luz. Las telecomunicaciones quedaron gravemente interrumpidas; la mayoría de las antenas no tienen servicio. Las autoridades están preocupadas por la escasez de agua potable.

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