Berenice Gonzalo desafió las partituras tradicionales para convertirse en una pieza clave de la industria musical. Después de algunos años de rigurosa preparación y arduo trabajo en Estados Unidos, la ingeniera de audio afinó su propio camino donde demostró su talento junto a artistas de renombre y dejó huella en proyectos que van desde el cine de Hollywood hasta una de las plataformas de streaming más populares: Netflix.
En un mundo donde las voces femeninas rara vez resuenan en los estudios de grabación, ella decidió alzar la suya con precisión y carácter. Derribó limitaciones gracias a su dedicación y esfuerzo, sin dejar a un lado el orgullo de ser venezolana. Tras una carrera consolidada en Miami y una nominación al Grammy Americano, la caraqueña reveló a La Patilla su importante rol en próximas producciones.
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La joven audaz, mejor conocida como “Bere Gonzalo”, recordó que su curiosidad por la música inició desde temprana edad. Mientras fortalecía sus habilidades en el piano, cuatro y otros instrumentos, recibió el apoyo incondicional de sus padres, pilares muy importantes durante su carrera. “De chiquita siempre me gustaba hacer canciones con mi hermana, cantárselas a mi familia y bailar (…) Mis padres me empujaron a arriesgarme a estudiar música y perseguir ese sueño de trabajar en la industria porque la verdad me daba mucho miedo”.
En 2017, Berenice dejó atrás su hogar en Caracas y se mudó a Boston para continuar su formación. Fue allí donde encontró su verdadera pasión: la ingeniería de sonido. “Era una carrera muy de hombres, supuestamente muy dura, y no sentía que era la mejor cantante ni escritora, pero como siempre fui muy científica, me picó el bichito de: ‘ay, ¿qué tal si estudio ingeniería?, ¿será que me gusta?, ¿será que no me gusta?’ Sentía que todo el mundo entraba a la carrera aprendido, que ya sabían más o menos lo que estaban haciendo y yo no tenía ni idea”, expresó.
A pesar de ser una de las pocas mujeres en un aula de 20 personas, reveló que su deseo de desafiarse la llevó a destacar en un campo tradicionalmente dominado por hombres. “Mi mamá y papá también volvieron a decirme que sí podía, que lo intentara, y decidí aplicar a la carrera de ingeniería y producción. Estudié y me encantó”.
Entre melodías y retos en Berklee College of Music, Bere descubrió géneros que nunca exploró y le permitieron desarrollar aún más sus aptitudes. “Fue una experiencia muy cool donde conocí a mucha gente importantísima en mi vida que me ayudó en mi carrera, personas con que todavía trabajo o me las consigo en eventos. Entonces, la verdad, para mí fue una experiencia increíble”.
Sin embargo, confesó lo complejo que fue evitar derrumbarse al estar rodeada de personas muy talentosas. Aunque asumió la responsabilidad y jamás se alejó de su propósito. “Es durísimo olvidar todo eso y enfocarte solamente en ti, entender que cada camino es por separado. Lo más retador es no compararse porque hay gente mejor que uno en todos lados, siempre lo va a haber, para mí lo más importante es hacer tu propio camino”.
Destinada a la grandeza
Pero pasar de un entorno académico al mundo profesional puede ser un salto difícil. Luego de mudarse a Miami, vino una nueva prueba en el camino: Encontrar empleo. En aquella etapa, envió incontables mensajes por Instagram y correos a todos los estudios de la ciudad hasta que uno respondió.
Así consiguió su primera oportunidad como pasante en Rebel 11 Studios, un espacio que se convirtió en su escuela profesional y también en una prueba de resistencia. “Posteriormente, fui creciendo como asistente. Después de asistir a sesiones, me pusieron como ingeniera y ahí fui creciendo”, afirmó.
Las largas jornadas en Rebel forjaron su capacidad para adaptarse a los exigentes horarios de la industria. Aún así, expuso que adquirió herramientas técnicas que la ayudaron a fortalecer su profesión. “A veces terminaba a las 10 de la mañana, dormía tres horas, llamaban que me necesitaban, iba. Aprendí a trabajar rápido, cómo se maneja un estudio, la manera de comportarse con todos estos personajes de la industria de la música, qué puedes decir y aprendí a usar templates de grabación”.
Pasaron dos años y la criolla sintió que era momento de tomar otro rumbo. “Físicamente no estaba comiendo bien, me estaban dando mareos de ansiedad porque había mucha incertidumbre sobre qué iba a hacer”, dijo. Exhausta, pero decidida a avanzar, habló con colegas sobre sus aspiraciones. Esa determinación la llevó al prestigioso estudio NEON16 donde actualmente trabaja.
De los Grammy a Hollywood
El llamado para trabajar con Tainy, en NEON16, fue una etapa crucial en su carrera. Su preparación y capacidad de adaptación fueron esenciales para superar el reto. “En el momento que me llamó Tainy para mis primeras sesiones estaba súper asustada, porque llevaba obviamente años estudiando ingeniería, estuve grabando a mucha gente en el estudio, pero pensaba: ‘wow, esta es una oportunidad que puede cambiar mi vida’. Estaba muy nerviosa y sentía que no estaba al nivel, pero soy de las personas que piensa, tengo que hacer mi trabajo y lo voy a hacer, y al final me fue súper bien”.
Colaborar con Tainy le permitió ser parte del álbum DATA, que resultó nominado al Grammy como Mejor Álbum de Música Urbana en 2024. Ese éxito fue un logro que la emocionó profundamente.
“Fue una locura, porque para mí literalmente fue cumplir un círculo en mi vida. Siempre soñé con trabajar con Tainy, y que haya sido parte de su primer álbum, y que además lo hayan nominado a un Grammy, es mejor de lo que yo pude haber planeado, la verdad. Nunca me lo hubiera imaginado y fue increíble”, recordó.
Pero los triunfos no quedaron solamente allí, Bere alcanzó otro hito importante al grabar “Light Em Up” junto a Will Smith para la película Bad Boys: Hasta la muerte. “Para mí es más loco que los Grammy porque llegar a los Grammy es algo en lo que he trabajado toda la vida, pero con actores, Hollywood, eso es una cosa que a veces uno no se imagina y más Will Smith que es icónico en el mundo”.
Asimismo, la criolla también colaboró con artistas como Natti Natasha y Rauw Alejandro. Trabajar con ellos requiere una flexibilidad técnica y emocional que Berenice domina a la perfección, esa cualidad para entender las preferencias y estilos de los músicos es la pieza clave que la impulsa profesionalmente.
“Siempre empiezo con un mismo template, y ahí dependiendo de cómo veo a los artistas y cómo lo siento, cómo va la dinámica con ellos, empiezo a cambiar cositas del sonido”.
Confianza y dedicación
Bere sabe que todos esos esfuerzos no serán en vano y consideró que puede lograr lo que se proponga con tal de tener buena disposición en el trabajo.
En su trayectoria, la constancia, la creatividad y el deseo de inspirar a otros han sido los pilares que la motivaron a superar cada obstáculo. En un campo donde las mujeres son minoría, su juventud y género la colocaban bajo constante escrutinio. Sin embargo, su habilidad para enfrentar los prejuicios con confianza y profesionalismo le abrió puertas que muchos consideraban imposibles.
“Me pasaba que la gente no quería trabajar conmigo porque decían: ‘¿tú sabes lo que estás haciendo?’. Eso me dio la oportunidad para sorprender. (…) En NEON, no me pasa eso, me han impulsado a trabajar con la cabeza en alto mostrando todo lo que sé hacer con confianza en mí y aunque a veces hubiera estado nerviosa por dentro, siempre pude mantener un frente positivo”, manifestó.
Por otro lado, su salto al gigante del streaming, Netflix, fue una consecuencia natural de su evolución. A través del trabajo en NEON16, participó en la mezcla de una serie de la plataforma llamada “La Firma”, una experiencia que la condujo a otra etapa profesional. “Cuando me dijeron para formar parte del proyecto fue súper. Eso abrió muchas puertas, la verdad”, comentó.
Más allá de sus logros personales, Bere asumió un rol como mentora de talentos emergentes. En NEON, donde además de ser ingeniera también trabaja como Artist and Repertoire (A&R), se dedica a impulsar a compositores y productores bajo el mismo entusiasmo con el que ella fue apoyada. “Me encantaría cambiar la vida de alguien como Tainy y NEON me la cambiaron a mí”, confirmó y a su vez dejó claro su enfoque práctico y constructivo en el que dedica tiempo al ofrecer herramientas para que otros puedan destacar en un medio competitivo.
Una misión para cambiar vidas
Para Bere, lo más emocionante aún está por venir. “Estoy trabajando con varios artistas, van a salir cosas muy cooles y estoy creciendo como A&R, que me encanta”.
A pesar de los logros acumulados, esta venezolana no se detiene. Sueña con inspirar a otros creativos y conectar culturas a través de la música. “Me encantaría poder ayudar a crecer un artista, o un compositor, un productor, como un creativo desde cero, crecer con esa persona y ayudarlo a que explote, por así decirlo, que sea impactante en la cultura”.
Más allá de su figura como ingeniera, busca impactar el panorama musical de múltiples maneras. “Voy a seguir siendo ingeniera, pero también crecer más y ayudar de otras formas, por eso me gusta mucho conectar con gente, ser de esas que cambian la vida de alguien”, añadió.
El orgullo por sus raíces venezolanas es una constante en su mente. A pesar de los desafíos que enfrenta la diáspora, la caraqueña no pierde la oportunidad de resaltar el talento de sus compatriotas. “Para mí es un orgullo, la verdad, poder representar a nuestro país, me encanta poder dejar el nombre de nuestro país en alto”, afirmó.
En Miami, Bere encuentra un reflejo de su hogar, aunque nunca ha perdido el deseo de colaborar con otros venezolanos y contribuir al crecimiento de su industria. “Con orgullo te digo que soy venezolana e intento no perder para nada mi acento lo más que puedo y es una patria a la que quiero volver”, puntualizó.