Mientras los espectadores ven sus emociones desbordarse al presenciar las crueles muertes de los personajes en “El juego del calamar”, Hwang Dong-hyuk, creador, guionista y director de la serie, experimenta sensaciones completamente opuestas. “Cuando los personajes morían, les decía a los actores en su último día: ‘¡Oh, no! ¡Qué triste! No los veré mañana’, pero siempre sonreía por dentro”, confesó en una entrevista reciente con Associated Press.
¿Qué hay detrás de esta aparente contradicción? Para Hwang, esas muertes son mucho más que un recurso narrativo: son el núcleo emocional y simbólico que sostiene la historia de esta competición letal.
Para el director, diseñar estas muertes, que son parte crucial de la narrativa, no fue tarea fácil debido al tamaño del elenco. “El programa tiene un elenco enorme y fue realmente difícil manejar a todos en el set”, admitió. Sin embargo, estas despedidas formaron parte del desarrollo de la historia y también de un desafío personal en términos artísticos y emocionales.
Después de una primera temporada que capturó la imaginación global, Hwang analizó la segunda parte de esta trama, protagonizada nuevamente por Lee Jung-jae. La serie sigue centrada en una competición secreta en Corea del Sur, donde los participantes, cargados de deudas, buscan ganar un gran premio en efectivo sin saber que perder implica la muerte.
Una idea forjada con esfuerzo y paciencia
Hwang imaginó originalmente “El juego del calamar” hace 15 años como una película de dos horas. Sin embargo, el proyecto se enfrentó al desinterés de financiadores y actores, lo que llevó a que terminara archivado por un tiempo. El director admite que este sueño no se desvaneció: “Aprendí que no debo rendirme. Si amas algo y quieres crearlo, puede que no funcione ahora, pero el momento puede llegar más adelante”, expresó Hwang. Eventualmente, la idea evolucionó hacia una serie de televisión, que encontró su hogar ideal en Netflix.
Hwang nunca anticipó el impacto cultural que tendría su creación. “Nunca en mis sueños más locos pensé que iba a ser tan grande”, reconoció. El impacto no solo ha sido evidente en la audiencia global, sino también en la resonancia crítica, con nominaciones y premios que, según expertos, colocando a la serie como un referente del entretenimiento contemporáneo.
Cambios sociales y nuevos enfoques
La segunda temporada de “El juego del calamar” trae un cambio notable: la incorporación de personajes más jóvenes. Al explicar esta decisión, Hwang señaló: “Cuando estaba creando la primera temporada, pensé que era muy difícil estar hasta el cuello de deudas cuando solo tienes entre 20 y 30 años. Pensé que tenías que ser al menos de mediana edad para necesitar dinero y querer unirte al juego del calamar”.