En 1995, el asesinato de Selena Quintanilla-Pérez, la estrella de la música tejana, conmocionó al mundo. Yolanda Saldívar, quien fuera la presidenta del club de fans de Selena, fue condenada a cadena perpetua por el homicidio de la cantante. Este crimen ocurrió en un motel de Corpus Christi, Texas, durante una disputa personal alimentada por la gestión fraudulenta del club de fans y negocios relacionados con Selena. La pérdida de la artista dejó un vacío en la música latina y marcó a una generación que la veía como un ícono cultural.
Por Infobae
Selena, conocida por su talento y carisma, rompió barreras en la industria musical, ganando el respeto de millones de fanáticos. Su muerte prematura, cuando solo tenía 23 años, intensificó el dolor y la ira hacia Saldívar, cuyo crimen sigue siendo visto como imperdonable casi tres décadas después.
En diciembre de 2024, Saldívar presentó formalmente una petición de libertad condicional, lo que reavivó las emociones y el rechazo generalizado. Según las leyes de Texas, los condenados a cadena perpetua son elegibles para libertad condicional tras cumplir 30 años. Aunque la decisión final recaerá sobre la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Texas, el caso ha desatado una intensa polémica en redes sociales y en la comunidad tejana.
Polémica y riesgos en el sistema penitenciario
Desde su ingreso al sistema penitenciario, Yolanda Saldívar enfrentó una serie de desafíos y amenazas debido a la notoriedad de su crimen. Según reportes del medio local Tejano Nation, existe una “recompensa” en su contra, un riesgo constante dentro de la prisión. Los compañeros de reclusión, impulsados por el impacto emocional que la muerte de Selena aún genera en el público, han tomado una postura hostil hacia Saldívar.
Para leer la nota completa click AQUÍ