En el paquete de recompensas y nuevas sanciones contra miembros del régimen de Nicolás Maduro que el gobierno de Joe Biden acaba de imponer, tras la posesión de facto del señalado dictador, no aparece aún el nombre de Monómeros S. A.
Por EL TIEMPO
Se trata de la poderosa productora de fertilizantes venezolana, ubicada en Barranquilla, que tiene permiso especial de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Ofac) para operar hasta julio próximo.
Por eso, desde Caracas pisan el acelerador para venderla antes de que le caigan sanciones o de que el gobierno de Gustavo Petro dicte una medida adicional a las que ya tomó: un control preventivo de la Supersociedades y el mensaje que el propio presidente colombiano le envió a Nicolás Maduro.
Pero EL TIEMPO investigó y estableció que Caracas tiene claro que hoy solo hay un interesado y pocos días para cerrar el trato.
Además, este diario accedió a papeles reservados en donde se habla de montos, supuestas estrategias para hacerle el quite a la Ofac y hasta presiones para cerrar el negocio, a pesar de dudas en torno al comprador.
Los hilos de la millonaria venta –cuyo techo se fijó inicialmente en 350 millones de dólares– se están moviendo desde el Centro Internacional de Inversión Productiva de Venezuela (CIIP) a cargo de Álex Saab, el barranquillero nombrado en octubre por el régimen como ministro del Poder Popular de Industrias y Producción Nacional.
Uno de los documentos en manos de agentes federales, al que también accedió EL TIEMPO, es del de la promesa de compra-venta que aún no ha sido firmada.
A nombre de la compañía figura Iván Sánchez, el presidente de Monómeros que nombró el régimen, luego de que el gobierno Petro le devolvió el control de la empresa, que estuvo en manos del presidente interino Juan Guaidó durante la administración de Iván Duque.
Y como “promitente comprador” aparece el colombo venezolano Jorge Luis Pacheco Hernández, representante de la empresa Nitrofert Asset Management SAS, creada en octubre de 2024. Allí manifiesta su intención en adquirir establecimientos de comercio, ligados a Monómeros y a Ecofértil S.A., que incluyen inmuebles y/o propiedades de inversión, equipos y maquina usados en la planta de producción, inventarios y activos intangibles, entre otros.
Pero para ejecutivos de Monómeros, la sola compra de activos tangibles e intangibles busca hacerle el quite a la sanción de la Ofac y “dejaría a la empresa como un cascarón vacío, sin valor y sin poder cumplir con acreedores y empleados”.
De hecho, hacen un llamado a autoridades colombianas para evaluar si se trata de un negocio con el que Nitrofert –hoy segundo jugador en el mercado de fertilizantes en Colombia- entraría a manipular precios de esos productos, clave para la seguridad alimentaria.
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