Posesión ilegítima de Maduro podría desatar nueva ola migratoria de venezolanos a Colombia

Posesión ilegítima de Maduro podría desatar nueva ola migratoria de venezolanos a Colombia

Posesión de Nicolás Maduro presionará nueva ola migratoria de venezolanos buscando oportunidades. Foto: El País/AFP/El País

 

 

La incertidumbre por un nuevo periodo de Nicolás Maduro en el poder podría desencadenar una nueva fase de la diáspora de venezolanos que huyen de la compleja crisis humanitaria, la persecución y la falta de oportunidades.





Por SEMANA

Maduro tomó posesión de manera ilegítima para un nuevo periodo entre 2025 y 2031, pese a que su régimen jamás mostró las actas de las elecciones realizadas el 28 de julio de 2024, en medio de un escenario en el que los ataques a sus opositores se incrementaron, empujando a cientos de ellos a huir a otro país que los acogiera

Las políticas del régimen de Maduro, quien heredó las banderas de Hugo Chávez, han llevado al exilio a 6,8 millones de personas, de las cuales 2,8 millones están en Colombia, pues este territorio se convirtió en el principal destino de los venezolanos, por su cercanía.

“La migración continuará. Ya sea reajustándose a los procesos de reunificación familiar que tiene desde hace varios años, seguramente también por quienes han sido víctimas de la represión que se ha dado en los últimos meses. Sin duda saldrá un porcentaje de la población que esperaba un cambio”, afirmó María Clara Robayo, investigadora del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.

El 30 % de la población venezolana se ha ido de su país en los últimos diez años. Quienes se quedaron han sido principalmente menores de edad o adultos mayores, muchos que dependen de las remesas que les envían sus familiares desde el exterior, porque el aparato productivo entró en una crisis que hundió el precio del bolívar, dolarizó la economía y agotó las oportunidades de empleo.

De hecho, la población migrante está integrada por adultos jóvenes en edad de trabajar y quienes aún permanecen en territorio venezolano podrían seguir huyendo en los próximos meses en un nuevo capítulo de la diáspora que depende del manejo de la política económica y social de Maduro, y de si se ponen en marcha nuevas sanciones internacionales contra el gobierno ilegítimo que impacten la situación interna.

Este último punto dependerá, por ejemplo, de la nueva administración de Donald Trump, en la Casa Blanca, que asumirá el próximo 20 de enero, quien en su primer periodo presidencial acentuó esas medidas contra el régimen y apoyó el cerco diplomático a Maduro, que en ese entonces promovieron varios gobiernos de derecha de la región, entre ellos el de Iván Duque, en Colombia.

Sin embargo, el panorama con el Gobierno Petro es diferente, porque él se negó a condenar el robo de las elecciones, ha mantenido comunicación diplomática con Maduro y ha cambiado las políticas migratorias internas del país. Por ejemplo, creó una visa de visitante especial para los venezolanos que se vence cada dos años, a diferencia de otros documentos como el antiguo permiso de protección temporal, que regularizó esa población a diez años.

La Casa de Nariño le está poniendo plazos a la migración sin que se sepa por cuánto tiempo se mantendrá ese fenómeno.

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