Falta de insumos y medicamentos son algunos de los problemas de quienes asisten al principal centro de salud de Tucupita en el estado Delta Amacuro, según denuncias de familiares de pacientes ingresados durante este 13 de enero.
lapatilla.com
Quienes asisten al hospital por alguna dolencia o en busca de tratamiento para una enfermedad deben comprar jeringas, macro goteros, obturador, yelco, inclusive los medicamentos que les van a suministrar, según sea el caso.
“Tuvimos que gastar unos $20 comprando todo lo que iban a usar para ingresar a nuestro familiar, nos pidieron inyectadoras, el obturador, el yelco, omeprazol, furosemida, bisoprolol y otros medicamentos para la tensión”, señaló una jóven que estaba junto a sus familiares a las afueras del hospital.
Cada grupo de personas a las afueras de la emergencia estaba lidiando con una dificultad diferente asociada a las carencias que deben enfrentar en el centro de salud.
Inés Gómez * estaba junto a su hija contando cuántos exámenes de laboratorio debían realizarle a su esposo, mientras que la muchacha revisaba la cuenta del banco y contando dinero que sacaba de un bolsito: “En el laboratorio del hospital al menos hay orina y hematología, pero todos los demás exámenes tenemos que ver de donde sacamos dinero para hacerlos en un laboratorio privado, aquí fácilmente gastamos 1.000 Bs diariamente entre las inyectadoras y los medicamentos”.
“Este hospital solo tiene las camillas y a los médicos, al menos la atención es buena pero el personal trabaja con las uñas, yo tuve que comprar hasta un bombillo porque la enfermera no veía bien si el tratamiento le estaba pasando a mi papá”, denunció otra de las personas afectadas quien pidió no ser identificada.
Respecto a este tema, otras personas abordadas confesaron que prefieren abstenerse de comentar sobre sus experiencias por el temor a que algo les suceda.
Desafortunadamente, encontramos casos similares en el Materno Infantil Oswaldo Brito, ubicado en el mismo complejo hospitalario, donde a los pacientes les solicitan hasta una hoja blanca para poder hacer el récipe, según contó Elizabeth, una mujer de la etnia warao; su hijo tiene un cuadro de fiebre y diarrea “Yo vine hace dos meses de los caños, mi niño está enfermo lo traje y aquí me están pidiendo todo lo que necesita, si yo lo traigo para acá es porque necesito que lo ayuden, hasta la hoja hay que traer para que anoten los remedios”, expresó con el rostro lleno de incertidumbre.
*Este nombre fue cambiado por solicitud de nuestra fuente por temor a represalias en su contra.