Este lunes se inició la maratónica formalización de los 19 miembros de “Los Piratas” de Aragua involucrados en el secuestro y homicidio del teniente Ronald Ojeda en la capital chilena y los mensajes en un grupo de WhatsApp, con una banderita pirata a modo de título, son una de las pruebas claves del fiscal Héctor Barros, quien lleva adelante la investigación.
Por infobae.com
Dos de ellos fueron detenidos en el megaoperativo policial de la semana pasada en diversas comunas, pero sobre todo en el campamento irregular “Vicente Reyes” en Maipú, lugar donde apareció el cuerpo de Ojeda dentro de una maleta rellena con cal, enterrada bajo una losa de un metro de cemento.
14 ya estaban tras las rejas por otros delitos -por lo que serán reformalizados- y los últimos tres, sindicados como los líderes de la célula, serán imputados en ausencia pues cayeron fuera del país: Rafael Gámez Salas, alias “El Turko”, detenido en Estados Unidos; Carlos Gómez, alias “Carlos Bobby” y Dayonis Orozco, más conocido como “El Boti”, ambos apresados en Colombia.
El primero de ellos lideró la operación y los chats en el grupo darían plena cuenta de ello. También, que la banda actuaba bajo las órdenes directas de Héctor Guerrero, alias ‘Niño Guerrero’, el líder máximo del Tren de Aragua, actualmente prófugo.
Cabe recordar que uno de los detenidos en el campamento “Vicente Reyes” -ahora testigo protegido-, aseguró que la orden de secuestrar y asesinar al exmilitar venezolano vino directamente desde el número dos de Venezuela, Diosdado Cabello, asunto que ha tensionado aún más las relaciones bilaterales y llevó al Gobierno chileno a asegurar que recurrirá a la Corte Penal Internacional de comprobarse su injerencia.
“Se me dijo que Diosdado Cabello, quien es político venezolano, dio la instrucción de hacer el secuestro por medio del Niño Guerrero, pagando a través de él”, declaró el sujeto, según reveló CHV Noticias.
Los mensajes
Según reveló La Tercera PM, la investigación llevada a cabo por la Fiscalía arrojó que Rafael Gámez Salas, “El Turko” fue quien armó el grupo de WhatsApp e instruyó primero que quienes iban a llevar a cabo el secuestro debían disfrazarse como efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) chilena.
Una semana antes del plagio, el 14 de febrero de 2024, uno de los miembros de la agrupación, identificado como Yolvi González -también apuntado por el crimen del teniente chileno Emmanuel Sánchez-, envió una selfie en la que aparecía perfectamente vestido como detective.
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