Así fue el final de la dictadura del país más pobre del mundo

Así fue el final de la dictadura del país más pobre del mundo

Baby Doc Duvalier con su esposa, la mujer que luego se quedaría con toda su fortuna y lo abandonaría en el exilio

 

 

 





La familia Duvalier estuvo más de treinta años en el poder, manejaron Haití a su antojo. Todo empezó con un médico tímido que prometió ayudar a su pueblo. En poco tiempo se convirtió en un tirano cruel que al morir dejó a su hijo inepto, frustrado playboy. Papa Doc y Baby Doc Duvalier. Dictadores multimillonarios, con una fortuna de más de 800 millones de dólares, del país más pobre del mundo. Corrupción, persecución y muerte, mucha muerte. Se cree que mataron a más de 40.000 disidentes y opositores. Su brazo armado fueron los Tonton Macoutes, una banda paramilitar despiadada y descontrolada. Al final, Baby Doc debió exiliarse. La caída se le atribuye a una mujer que luego, en el exilio, lo dejó sin recursos, saqueó al saqueador.

Por Infobae

La dictadura de los Duvalier fue, como toda dictadura, ilegítima, brutal y cruel. Pero el fervor asesino, el poder de daño, el saqueo impúdico y el modo de generar pobreza arrasadora que tuvieron Papa Doc y Baby Doc conoce pocos antecedentes. Ambiciones personales que no se detuvieron ante la ruina de un país.

Cómo arrancó la dictadura de los Duvalier

En 1971, Jean-Claude Duvalier se convirtió en el presidente más joven de occidente. Llegó a la primera magistratura de Haití a los 19 años. Hasta unos meses antes la constitución haitiana establecía que la edad mínima para ser presidente era de 40 años. Pero Francois Papa Doc Duvalier modificó la carta magna (a la que escaso apego tenía, por cierto) y, pensando en su hijo, bajó el límite a los 20 años. Pero Papa Doc tenía la salud demasiado frágil y murió antes de lo que él había previsto. Nadie se hizo problema ni por la inconstitucionalidad ni por la nula experiencia de Jean-Claude, ni siquiera por sus nulas ganas de presidir su país.

Jean-Claude no era una luminaria, ni un prodigio cuyas habilidades explotaron tempranamente. Era tan solo hijo de su padre. Heredaba el cargo más alto del país. Había que proteger intereses, negocios, asegurar impunidades.

Jean-Claude había intentado que asumiera su hermana. Mayor que él y con más luces. Pero al padre y a sus consejeros esa le pareció una opción inviable. Les resultaba inconcebible que una mujer gobernara el país. Jean -Claude lo veía normal. La suya era una familia de mujeres fuertes. Su madre, Simone, tenía un carácter duro y opiniones contundentes.

Papa Doc sabía que se iba a morir. Y contrariamente a lo que hacen otros líderes personalistas intentó preparar la sucesión pese al escaso tiempo de vida que le quedaba. Estableció un sistema de protección del joven hijo presidente a través de un mega gabinete de ministros: 25 influyentes que lo aconsejarían. Todos pertenecientes a las familias privilegiadas y con intereses en los negocios (negociados) públicos. Pero fuera del esquema oficial había otra persona muy influyente, Simone, la esposa de Papa Doc y madre de Jean-Claude que participaba activamente de las decisiones aunque no firmara decretos. Ella quería que todo se hiciera la vieja usanza, con los mismos modos que había utilizado su marido. La tozudez de las viudas.

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