
Jessica Aline de Melo Arcanjo Póvoa, abogada de familia de 30 años y residente en Goiânia, Goiás (Brasil), atravesó una dura experiencia que comenzó con una confusión médica. En abril de este año, presentó síntomas que inicialmente fueron atribuidos a una infección sinusal, pero posteriormente se reveló que padecía un carcinoma, un tipo de cáncer maligno que afecta la región de la cabeza.
Por El Tiempo
“Los primeros síntomas fueron entumecimiento en el paladar, los labios, dos dedos de la mano derecha y, finalmente, el lado derecho de la cara”, relató en entrevista a O Globo.
Ante estos signos, acudió de inmediato al hospital temiendo un accidente cerebrovascular, dado su historial familiar. “Pensé en ello porque mi familia ha tenido derrames cerebrales; de hecho, mi madre falleció a los 46 años por la rotura de un aneurisma”, explicó.

Un diagnóstico que no convencía
En el servicio de urgencias le realizaron una tomografía computarizada. Según el informe y la evaluación del médico de turno, no se trataba de un derrame cerebral, sino de una “infección sinusal grave”. La indicación médica fue interrumpir el uso de una medicación que, supuestamente, causaba el entumecimiento. Jessica, aunque escéptica, siguió las instrucciones.
“Estuve más de 15 días sin tomar la medicación y no hubo mejoría del entumecimiento”, recordó. A pesar de que muchas personas atribuían sus síntomas a causas psicológicas, ella mantuvo la alerta. Su esposo, preocupado, tomó la iniciativa de programar una consulta con un neurocirujano.
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