El brasileño Neymar “parte hacia España para jugar al fútbol y ser feliz”, afirmó hoy el empresario Wagner Ribeiro, uno de los representantes del jugador, quien sin embargo no aclaró si fichará por el Barcelona o el Real Madrid.
Ribeiro escribió ese mensaje en su cuenta en Twitter después de asistir la noche de este viernes a una reunión con directivos del Santos, en la que también participaron el propio jugador y su padre, Neymar da Silva.
Tras esa reunión, que concluyó esta madrugada, Neymar declaró a periodistas que pretendía decidir sobre su posible salto a Europa junto a sus familiares.
“Voy a decidir con mi familia, pues no tengo prisa y la decisión puede salir en cinco minutos, en media hora o en tres días”, dijo el delantero, quien tampoco aclaró cuál sería su destino.
El Santos divulgó una nota oficial tras la reunión, en la que admitió que había decidido aceptar “dos ofertas”, sin precisar de qué clubes se trataba.
Sin embargo, el vicepresidente del Santos, Odilio Rodrigues, confirmó luego que una oferta es del Barcelona y la otra del Real Madrid, aunque declinó revelar los valores.
Según afirmaron hoy medios locales, el Barcelona ha ofrecido 28 millones de euros por la ficha de Neymar, mientras que el Real Madrid ha subido el listón hasta los 35 millones de euros.
Desde Barcelona, sin embargo, la TV3 ha asegurado que el delantero le costará 40 millones de euros al club catalán, que anunciará este fin de semana su contratación.
La decisión final estaría en manos del propio Neymar, quien aún no ha hecho otros comentarios sobre el asunto.
El Santos ha confirmado que el atacante jugará mañana frente al Flamengo, en un partido correspondiente a la primera jornada del Campeonato Brasileño que se disputará en Brasilia y pudiera suponer su última aparición con la camisa blanca del club brasileño.
Después de ese partido, Neymar deberá integrarse a la selección brasileña que disputará la Copa Confederaciones, que comenzará el 15 de junio próximo, también en Brasilia, con un partido entre los conjuntos de Brasil y Japón. EFE