Yuneida Camero, presidenta del Colegio de Enfermeras de Lara y docente del programa de enfermería en la UCLA, calcula que al menos el 30% de los licenciados y técnicos superiores se han ido del país o preparan su documentación para emigrar.
Destaca que la mayoría son profesionales jóvenes: “de un corte de graduandos de 54 licenciados, 18 me dicen que se van. Y así pasa en cada graduación”. Pero acota que licenciadas con más de 15 años de servicio también han decidido irse. Conoce de 35 casos de renuncias por emigración, 15 del hospital pediátrico Agustín Zubillaga y 20 del seguro social Pastor Oropeza.
La violencia y los robos han sido factores claves. “Decidí que no podía trabajar más en los públicos cuando fue el coliseo de Uribana. Los presos y los familiares te amenazaban, hubo mucha violencia. Aquí se meten en los pabellones y te sacan la pistola para que cures a los amigos. Pero nadie dice nada”, dice con indignación Marbelis Montes, de 34 años, es una de las licenciadas que aún está en Barquisimeto, quien desde entonces trabaja de forma particular.