“Nuevamente, el TSJ declara inconstitucional a la propia Constitución”, manifestó el diputado Luis Barragán al referirse a la sentencia de la Sala Constitucional que pretende suplantar a la Asamblea Nacional.
Nota de prensa
“Los diputados electos por la ciudadanía, cuya legitimidad es inequívoca y contundente, no vamos a doblegarnos ante una dictadura a la que sirve de tinterillo el tribunal. Dictadura que Vente Venezuela advirtió con sobrada antelación, aunque nunca es tarde para nombrar a los magistrados del TSJ y a los rectores del CNE, como debimos hacerlo en 2016, ya las puertas de la efectiva aplicación de la Carta Democrática que marcará otra etapa en la lucha cívica y pacífica por recobrar las libertades públicas indispensables y reconstruir económica y socialmente a un país sumergido en una crisis pavorosa”.
Así lo señaló el diputado Barragán al presentar la novena edición de la Revista Electrónica de Investigación y Asesoría Jurídica de la Asamblea Nacional, a tempranas horas de la mañana en la sede administrativa.
El acto de presentación contó, demás, con las disertaciones de los doctores Armando Blanco Guzmán (UMA), sobre La Constitución y los derechos humanos; Jhenny Rivas (UCAB), El contenido del derecho a la alimentación; Alejandro Gallotti (UCAB), Los límites del control sobre los actos parlamentarios; José Lejed Cona (UCV), La Sala Constitucional y el precedente; y Alexander Espinoza, La intervención policial en manifestaciones públicas, ya disponibles en las redes.
Entre otros aspectos, el parlamentario del estado Aragua acotó: “Vivimos un momento histórico tan necesario de interpretar correctamente y de asumirlo valientemente. Sobre todo, le corresponde a las nuevas generaciones de docentes la enorme responsabilidad de transmitir un legado que, a pesar de las adversidades, se mantiene en pie: hay una tradición jurídica venezolana que reivindicar por su prestancia, coherencia y profundidad, a la luz de una experiencia ya francamente totalitaria, como la de un siglo XXI al que llegamos tarde. Tradición que se renueva constantemente y cuya desembocadura natural es y será la de una transición democrática que apunte hacia una sociedad libre, de derechos humanos, calidad de vida, desarrollo económico y equidad social. Le toca a la academia insistir en los aportes que la hagan posible. Y la edición que presentamos, da testimonio de lo que haremos en democracia en un futuro demasiado cercano”.