El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el miércoles que su Gobierno trabaja en un plan para reducir la ayuda a naciones que él dice que no están haciendo nada para impedir que los miembros de la pandilla MS-13 crucen ilegalmente hacia el país norteamericano.
Reuters
“Estamos revisando toda nuestra estructura de ayuda. Va a cambiar muy radicalmente”, dijo Trump en una mesa redonda para discutir la amenaza que representa la violenta pandilla.
El MS-13, o pandilla Mara Salvatrucha, fue fundada en Los Ángeles en la década de 1980 en parte para proteger a los inmigrantes de El Salvador y desde entonces se ha convertido en una organización criminal transfronteriza en expansión.
Trump ha convertido la lucha contra la banda en un punto central de su política para frenar el flujo de inmigrantes ilegales a Estados Unidos.
La semana pasada, calificó de “animales” a los miembros de las pandillas. El miércoles defendió sus palabras. “Los llamé ‘animales’ el otro día y me encontré con una reprimenda”, comentó Trump. “Ellos dijeron: ‘Son personas’. Ellos no son personas. Son animales”, enfatizó.
Trump no dio detalles sobre su plan para recortar los fondos para los países de los cuales son originarios los miembros de la MS-13, pero adelantó que las sanciones serían grandes. Tampoco identificó a países con su nombre.
“A muchos de estos países les damos enormes cantidades de ayuda”, dijo Trump. “Vamos a tener que trabajar en una política en la que cada vez que alguien llega desde cierto país, deduzcamos una buena cantidad de dinero de lo que les entregamos en asistencia”, declaró.
Los cruces fronterizos ilegales cayeron a mínimos históricos, con cerca de 15.700 inmigrantes arrestados a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en abril del año pasado. Pero esos números comenzaron a repuntar y Trump ha expresado frustración con la tendencia ya que las aprehensiones fronterizas llegaron a más de 50.900 en abril de 2018.
No obstante, con una mirada a más largo plazo, la disminución es drástica. En lo que va del 2018, 212.000 inmigrantes han sido arrestados en la frontera sudoccidental, una fracción de los más de 1 millón capturados durante el mismo período de 2000.