Un tribunal de apelación ratificó hoy la pena a dos años de prisión solicitada para el periodista argelinao Jaled Drareni, acusado de un delito de “conspiración para una rebelión no armada y socavar la seguridad nacional” tras asistir y cubrir el pasado marzo una manifestación no autorizada del movimiento popular de protesta masivo Hirak.
“Esta sentencia ya es firme”, explicó a Efe el Comité Nacional por la liberación de los Detenidos, un organismo que lucha en contra de la represión de Hirak, un movimiento que desde febrero de 2019 pide la caída del régimen militar que controla Argelia desde la independencia de Francia en 1962.
El reportero, de 40 años y colaborador de la televisión francesa TV5, había sido condenado en primera estancia a una pena de cuatro años de prisión y una multa de 330 euros en un proceso denunciado por diferentes organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos.
Durante su testimonio la semana pasada, Drareni negó las acusaciones y se declaró como “un periodista que hace su trabajo y no un criminal”.
“El periodismo que practico no atenta contra la seguridad del país sino que la protege”, dijo el reportero, en prisión preventiva desde finales de marzo.
Junto a periodista, han sido igualmente condenados por los mismos delitos a cuatro meses y un año de prisión respectivamente los opositores políticos Samir Benlarbi y Slimane Hamitouche, ambos activistas del Hirak, un movimiento que comenzó pidiendo la dimisión del expresidente Abelaziz Bouteflika y que tras su primer éxito siguió tomando la calles masivamente cada martes y cada viernes hasta que estalló el coronavirus.
CRÍTICAS INTERNACIONALES
La semana pasada, la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) calificó de “exagerada e infundada” la acusación contra el periodista, instó a las autoridades argelinas a frenar el proceso y pidió a los colegas y a la ciudadanía seguir manteniendo su apoyo en las calles.
“Esta acusación extrema y completamente infundada hace que temamos lo peor para nuestro amigo y colega”, advirtió el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
“El vacío y el absurdo de las acusaciones son evidentes. Corresponde a las autoridades argelinas detener esta furiosa y precipitada represión”, subrayó Deloire antes de instar a “la movilización de buena voluntad para inclinar la balanza en la dirección de la verdadera justicia”.
Y es que la condena a cuatro años de cárcel impuesta por el tribunal de primera instancia, la mayor a un periodista en la historia moderna de Argelia, ha desatado una movilización internacional, con protestas tanto en Argel como en Túnez o París.
Además, hay una petición abierta en las redes sociales que ha recogido más de 5.000 firmas para exigir a las autoridades locales la liberación del periodista, encarcelado el centro penitenciario de Koléa, cerca de Argel, desde el pasado 29 de marzo
Según RSF, Argelia se encuentra en el puesto 146 de 180 en la lista de países que respetan la libertad de prensa.
EFE