El motivo por el que la polémica entrevista de Lady Di a la BBC volvió a la palestra

El motivo por el que la polémica entrevista de Lady Di a la BBC volvió a la palestra

Foto: Archivo

 

La entrevista de televisión, que concedió el 20 de noviembre de 1995 la princesa Diana de Gales a la BBC en la que contaba todas las intimidades de su matrimonio con el heredero al trono británico vuelve a estar más de actualidad que nunca 25 años después de su emisión. Desde uno de los salones del Palacio de Kensington, cabizbaja y con gran sinceridad, la madre de los príncipes Guillermo y Harry reconoció ante una audiencia de 23 millones de espectadores que eran tres en su matrimonio.

Por Hola México





Unas declaraciones que precipitaron el divorcio de la pareja real, que de hecho ya llevaba separada desde hacía unos años antes. La forma en la que la Diana accedió a contar las intimidades de su hogar y los métodos que el periodista Martin Bashir habría empleado para que accediera a sentarse a hablar con él están en el punto de mira a raíz de una denuncia hecha por el conde Spencer, hermano de la Princesa, donde denuncia las irregularidades que se produjeron.

En una carta que el Conde ha enviado a Tim Davie, director general de la BBC, a la que ha tenido acceso el Daily Mail, acusa a la cadena de “encubrimiento” y de “deshonestidad” para asegurarse que su hermana accedería a ser entrevistada y le ha exigido que abra una investigación. Hace unos días el directivo de televisión admitía que se habían empleado algunos métodos poco ortodoxos para conseguir la entrevista que incluían unos extractos bancarios falsos. Charles Spencer acusa en su misivia a Martin Bashir de ejercer el “periodismo amallirista” y que la Princesa no habría aceptado a hablar de no ser por esos métodos.

El hermano de Diana asegura que esos extractos mostraban que varios trabajadores de Carlos de Inglaterra y de la princesa de Gales habían recibido pagos por informar a los servicios de seguridad británicos y de que Matin Bashir le comentó a la Princesa que la niñera de sus hijos estaba manteniendo una relación con su todavía marido y que estaba dispuesta a que la conociera el gran público. Las supuestas artimañas del periodista irían más allá, según el Conde, pues también usó para convencerla las sospechas de que estaba siendo espiada por el servicio secreto británico y así ganarse su confianza.

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