El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó hoy personalmente al director del periódico independiente “Nóvaya Gazeta”, Dmitri Murátov, premiado con el Nobel de la Paz, aunque negó la persecución de la prensa libre.
“Primero, le quiero felicitar por la concesión del Nobel”, dijo Putin al responder a una pregunta del propio Murátov durante su intervención en la décimo octava reunión anual del club de debate Valdái en Sochi (mar Negro).
Putin agregó que él también le hubiera concedido ese galardón, aunque por sus actividades “benéficas”, no por su labor periodística.
Recordó que el Nobel de la Paz también fue concedido al último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, y al presidente de EEUU Barack Obama.
“¡Buena compañía!”, comentó y le recordó que su pensador preferido, Nikolái Berdiáev, fue nominado en varias ocasiones tras ser expulsado por los bolcheviques, pero nunca se lo dieron.
Murátov le echó en cara a Putin que la ley rusa sobre agentes extranjeros aplica sin fallo judicial ni advertencia oficial y tampoco se conocen los criterios para abandonar dicha categoría, por lo que pidió su revisión.
Al respecto, Putin consideró “exageradas” las denuncias sobre una supuesta amenaza a la libertad de expresión por parte de la ley de agentes extranjeros.
“No, por supuesto. ¿Acaso es un fenómeno masivo? ¿Cuántos hay? ¿Uno de cada dos? Por lo que sé, nosotros no estamos registrando masivamente agentes extranjeros”, señaló.
Putin subrayó que dicha ley no prohíbe la libertad de opinión y tampoco la posibilidad de recibir dinero del exterior, aunque sí hacer pública esa financiación.
A su vez, prometió que hablará con los diputados para revisar la ley y precisar los criterios por los que se impone esa vitola a los medios de comunicación, periodistas y organizaciones de derechos humanos.
A día de hoy, no hay casi ningún medio independiente en Rusia que no haya sido declarado “agente extranjero” por haber recibido financiación exterior o “indeseable” por divulgar información considerada hostil e ir contra los intereses nacionales.
Casi todos los medios digitales que practicaban periodismo de investigación como es el caso de Proekt, The Insider u Open Media, que denunciaron la presencia de mercenarios rusos en África o la existencia de una tercera hija del presidente ruso, Vladímir Putin, han cerrado o han tenido que exiliarse.
Como consecuencia, Rusia ocupa el puesto 150 de Reporteros Sin Fronteras en la libertad de prensa, por debajo de países como Venezuela, Afganistán o Birmania.
EFE.