José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), señaló que en el estado Anzoátegui se vienen reportando últimamente entre dos y tres derrames de crudo por semana.
Corresponsalía La Patilla
Las últimas fugas de petróleo reportadas fueron en la vía de Naricual durante el pasado fin de semana. En un tramo se hallaron hasta tres que, según el sindicalista, ya fueron controladas.
Bodas atribuye esta problemática a la falta de mantenimiento preventivo en las diferentes líneas, fallas en las válvulas, la corrosión, entre otras razones ligadas al descuido de todo el sistema.
“A pesar de que Pdvsa no está funcionando en su totalidad, constantemente nos informan desde las empresas mixtas sobre algún derrame”.
No obstante, no hay un número oficial de episodios de este tipo registrados en los últimos meses en la región, ya que la directiva de la petrolera estatal, únicos autorizados para abordar el tema, no se pronuncian al respecto.
Crisis en la industria
El pasado mes de septiembre, el diputado Carlos Andrés Michelangeli, denunció que “los derrames de petróleo pasaron de ser algo alarmante en el país a convertirse en el día a día de los venezolanos”.
Luego del desbordamiento del río Neverí, los habitantes de la calle principal de Naricual vieron cómo sus casas quedaron llenas de crudo. “Los vecinos perdieron todo y tuvieron que sanear ellos mismos, las consecuencias del derrame”, aseguró el parlamentario.
“Pdvsa pasó de producir miles de millones de dólares a robos y contaminación. ¿Y quién paga está desidia? Los venezolanos”, dijo el diputado haciendo referencia al abandono y decadencia de la que fue la industria más importante del país.
El negocio de la chatarra ha generado que el número de accidentes en zonas donde hay oleoductos, se incrementen por el desvalijamiento sistemático de la infraestructura petrolera.
Una fuente que prefirió no ser identificada, aseguró que “dichas averías pueden ser causadas por personas malintencionadas que se han dedicado a destruir los oleoductos y venderlos a las mafias chatarreras que operan abiertamente en zonas del estado Anzoátegui”.
Esta industria del reciclaje sin control, que genera ingresos millonarios en divisas, se habría convertido en un negocio atractivo para los recolectores de chatarra.
“No hay control, se aprovechan de la soledad y la maleza para desmontar kilómetros de tubería sin verificar si están operativas o no”, aseguró la fuente.
El pasado mes de octubre, la corresponsalia de La Patilla, en Anzoátegui, reportó una fuga de hidrocarburos ocurrida en el sector Los Potocos de Barcelona. A simple vista se observaba un chorro de crudo que superaba los tres metros de altura. El escape generó la emisión de vapores que se extendieron y alarmaron a los residentes de Barcelona, Lechería y Puerto La Cruz, quienes por redes sociales reportaron “el fuerte olor a gas” hasta pasada la medianoche.
El accidente generó el desalojo preventivo de las comunidades vecinas por las emisiones de gases y fue necesaria la aplicación de agua con espuma para disipar los vapores inflamables. En este caso se utilizaron unidades vacum para la recolección del producto derramado.
Impacto ecológico
En los últimos meses, vecinos del municipio Freites, constataron un derrame de petróleo en la vía Morichalote, por lo cual alertaron a las autoridades ambientales para evaluar la situación y su impacto ambiental. El accidente afectó parte de la producción agrícola, según los habitantes del sector.
Marcos Pérez Bellizia, líder social en Freites, dijo que “en atención a nuestro compromiso con el cuidado del medio ambiente y la salud de las comunidades vecinas, estamos denunciando este incidente que al parecer no tiene dolientes y que debemos atender con la mayor celeridad posible. Es evidente el daño al ecosistema y el riesgo de contaminación a los sembradíos, ya que esta es una zona agropecuaria”.
El pasado mes de octubre, en la zona norte de Anzoátegui se suspendió el servicio de agua potable tras un derrame de crudo que llegó a los afluentes de la Planta Potabilizadora José Antonio Anzoátegui de Barcelona, específicamente en la toma de agua cruda Los Montones.
La situación ameritó la instalación de barreras oleolíficas por parte de Corpoanzoátegui, PDVSA Punta de Mata, el Ministerio de Ambiente e Hidrocaribe. La contención se aplicó con el fin de aplacar el flujo del hidrocarburo y así evitar que perjudicara el sistema de filtración, según nota de prensa de la hidrológica.
El derrame de crudo, proveniente de la rotura de una tubería de Petróleos de Venezuela, ubicada en el sector Ojo de Agua del municipio Simón Bolívar, en el estado Anzoátegui, fue el causante de la situación.
Ante la desidia que persiste en Pdvsa donde los protocolos de seguridad se ignoran más las acciones delictivas de los chatarreros que desvalijan los oleoductos, cada vez serán más frecuentes estos “accidentes” que ponen en riesgo no solo al medio ambiente, sino la vida de los anzoatiguenses.