Chester es el hijo de Tom Hanks que, sin duda, más dolores de cabeza le ha provocado a lo largo de su vida. Catalogado en la prensa estadounidense como la oveja negra de la familia, el chico que el actor tuvo con la cantante Rita Wilson ha estado a menudo rodeado de polémica y recientemente ha lanzado unos cuantos reproches a sus padres, sobre todo por cómo le internaron en un centro de desintoxicación cuando tan solo tenía 17 años. “Estaba en el punto más bajo de mi vida, completamente perdido. Hasta el punto en el que la histeria traspasaba los límites que yo conocía. Me hundieron psicológicamente”, ha expresado en su canal de YouTube Chet, que hoy tiene 31 años.
Eso sí, aseguró que por un lado sí comprende la decisión de sus padres porque estaba “totalmente fuera de control” y defiende su amor por ellos pese a haber vivido una infancia repleta de momentos turbulentos: “No cambiaría mi situación por nada”.
Chet está totalmente centrado en crear contenido para su canal de YouTube pese a que trató de seguir los pasos de su padre y actuó en series como ‘Empire’ y ‘Shameless’. Precisamente en su canal ya confesó los beneficios y privilegios que había tenido por ser un Hanks: “Pude hacer cosas geniales que mucha gente no tiene la oportunidad de hacer, como viajar por el mundo, quedarme en buenos hoteles, volar en aviones privados… Y me siento bendecido por eso”. Sin embargo, en el otro lado de la moneda está la cara mala de la fama: “Es una espada de doble filo. Mi experiencia fue aún más complicada porque además de que la fama ya es tóxica, yo ni siquiera era famoso. Solo era el hijo de alguien famoso, así que ni siquiera había hecho nada para merecer reconocimiento. Lo que eso generó fue mucho desprecio hacia mi persona”, reveló.
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